Los creadores del boleroglam

Creadores del boleroglam mexicano, el dueto Daniel, Me Estás Matando, conformado por Daniel Zepeda e Iván de la Rioja, musicaliza los suspiros y hace efervescer las almas románticas de sus escuchas.

Su música se encuentra influenciada por el sonido de los años 50, la cual construía la identidad de este país, compuesto por guitarras, batería y voces que se entrelazan entre ellas; un género que sin duda enamoró a miles de parejas en la época de oro.

Bajo influencias como José José, Los Panchos y distintos tríos mexicanos, la agrupación opta en 2018 por trabajar bajo el nombre Daniel, me estás matando, llevando así su música por casi toda la república, Costa Rica y República Dominicana. Llenando lugares como El Cantoral, recinto cultural en la Ciudad de México con una capacidad de 851 butacas.

Con casi nueve millones de reproducciones en tan solo seis sencillos, Daniel e Iván se encuentran promocionando Suspiros, el primer álbum que se desprende de la banda, y que cuenta con catorce canciones.

-¿Cómo inicia su acercamiento hacia la música?

Daniel: Crecí en una casa de músicos; desde chico he tocado la batería. A los 12 comenzaba a tocar con mi abuela, en grupos y así tal cual.

Iván: Por mi lado, mi mamá siempre cantaba desde que era chico, y tenía tíos que tocan hasta la fecha; y creo que siempre estuvo ese contacto, en las navidades y en Día de Reyes siempre me obsequiaban instrumentos de juguete. Considero que ese acercamiento hacia la música siempre ha estado ahí, en casa. Después comenzó como un interés más formal como en la secundaria.

Ambos estudiamos música; por un tiempo Daniel se fue a los Estados Unidos, y luego regresó a México para trabajar en ello.

-¿En qué momento este hobby se convirtió en un trabajo formal?

Cada uno fue por su lado. En el caso de Daniel, siempre estuvo eso. Como lo comentamos, él vivía en una casa de músicos, y por mi lado también: mis tíos y primos tocaban mucho y estaban muy metidos. Ellos fueron mis influencias más cercanas y yo quería ser como ellos. Cuando descubría música y tocaba me hacía feliz, bandas como Nirvana y Led Zeppelin.

No nos gusta llamarle casualidad, pero realmente el proceso de hacer nuestro proyecto no fue tan planeado. Nos conocimos por una amiga en común con quien tocamos, paralelamente Daniel le producía el disco, y fue ahí como terminamos por conocernos. A la par de esto también se encontraba tocando con David Aguilar mientras yo lo hacía con Josean Log. Fue así como comenzamos a tocar con Alex Ferreira y a su vez con Silvana Estrada, y más adelante tras mucho tiempo tocando juntos dijimos "hagamos una banda" (entre risas), como Daniel es baterista, siempre tuvo la inquietud de tener una banda donde pudiese cantar.

En nuestro caso todo se da de forma natural, nuestra prioridad es Daniel, me estás matando. Somos muy organizados en cuanto a las fechas, cuando uno de los dos no puede ir a una fecha mandamos a un suplente, a final de cuentas tocamos para nuestros amigos. La comunicación es fundamental en la banda, al mismo tiempo también marcar las prioridades.

-¿Por qué revivir los boleros?

Consideramos que el bolero es un género que nunca ha muerto. Es cierto que mucho tiempo desapareció en muchos aspectos; lo último que hubo fuerte fue Luis Miguel y al momento de sentarnos a platicar sobre el proyecto lo único que decidimos fue que todo saliera natural, que si la canción iba a ser bolero, pues que saliera como tal.

En la adolescencia Daniel se puso a investigar mucho sobre música romántica, como José José, Emmanuel, Napoleón; por mi lado, siempre tuve una debilidad por los tríos, y música como los Ángeles Negros y Rafael.

No buscamos el género, simplemente tratamos de ser honestos en cuanto a lo que hacemos. Estamos muy abierto a las posibilidades de hacer distintos géneros. Tenemos dos cumbias: una con Silvana Estrada, la cual se llama Tenías que ser tú, y otra que sacamos como sencillo, que fue Adiós adiós. Estamos muy concentrados en hacer la música que nos nace hacer.

-¿Esperaban esa cantidad de reproducciones a la salida del primer sencillo?

Daniel y yo somos las únicas dos personas que trabajamos en el proyecto, no tenemos manager, ni booker, solo nosotros. Empezamos a manejar todo como una empresa y uno de nuestros eslóganes principales es y seguirá siendo "no tener expectativas de nada"; tratamos de hacer las cosas bien, investigamos cómo hacer las cosas. Nunca nos pasó por la cabeza que en un año íbamos a tener más de cinco millones de vistas, para nada.

-¿Qué situaciones difíciles vive un músico hoy en día donde son tantos los géneros que pueden ser escuchados gracias al streaming?

Hemos tenido mucha suerte. Honestamente hay que preocuparse más por hacer las cosas como a uno le gustan, pensar en hacer algo funcional, pero esa no puede ser la razón principal de tu proyecto; al contrario, que todo sea natural y hacerte la pregunta: '¿Para qué voy a hacer esto?'. Es un error muy común hoy en día lanzar algo teniendo la fama en la cabeza. La gente se da cuenta cuando eres sincero y cuando no.

Es bonita la llegada de las plataformas. Han abierto las puertas a muchísimos artistas de todo tipo de géneros. Poder tener la posibilidad de ver dónde te escuchan, cuánta gente y qué sencillo funciona más es algo que era muy difícil hace tan solo un par de años.

-¿Cuál es la importancia de mantener la esencia de la época de oro, pero que la gente al oírlos pueda distinguir que es música nueva?

Tratamos mucho de mantener el lenguaje tradicional del bolero; las figuras, los ritmos, las letras, tanto como las metáforas que se utilizan. Eso es importante que quede intacto. Nosotros estudiamos música, así mismo tenemos un deber de seguir escuchando música, oímos de todo, ¡hasta hip hop!, lo hacemos con frecuencia para no caer en lo mismo.

Creemos que si marcas bien el estilo la gente sabrá diferenciarlo como algo nuevo a algo de hace algunos años. Los artistas que nos influenciaron tienen un estilo muy propio cada uno de ellos, que al momento de oírlos uno puede captar quién es sin ninguna dificultad. Eso es importante y tal vez lo repetimos mucho, pero si uno hace las cosas de corazón, las hace bien y marca su propio estilo, la gente podrá notarlo como algo nuevo.

-Teniendo tantas influencias musicales, ¿nunca decidieron trabajar por algún otro género?

Realmente no. Nos gustan tantos cantantes y tantos géneros que en realidad lo que hacemos es estudiarlos por completo y ver qué podemos aprenderle a cada uno.

-¿Qué alcances han tenido a nivel nacional e internacional?

Todo se lo debemos a la viralidad y al crecimiento masivo de información en las redes sociales. Si no tuviésemos eso, esto sería bastante difícil. También por ello antes se buscaba una disquera, quien ayudaba con capital para poderte "poner en el mapa", y ahora con plataformas como Spotify a uno le mandan un informe de dónde te están escuchando y cuánta gente. Y así fue, así le hicimos la primera vez que salimos del país con nuestro proyecto. Compramos un vuelo, nos arriesgamos y salió bien.

-¿Qué es el boleroglam para ustedes en tres palabras?

Chopin, Kubrick, Panchos.