Un grupo de varios pescadores fueron sorprendidos realizando esta actividad en área prohibida. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Los "pescaron" arrojando redes de manera furtiva para sacar carpas y róbalos o lobinas del área natural protegida (ANP) Cañón de Fernández. Los peces de esta zona, donde se busca protegerlos, se convierten al final en ceviche.
Son toneladas de peces los que han estado sacando algunos habitantes, quienes reconocieron practicar esta actividad ilegal, luego de ser sorprendidos por las autoridades a cargo.
Los pescadores son habitantes de poblados cercanos a la presa Francisco Zarco, Las Tórtolas, quienes no forman parte de la cooperativa local y no realizan esta actividad en la presa, donde es común que se practique la pesca de bagre y lobina, actividad de la que tiene conocimiento la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca).
Fueron los vigilantes ecológicos del Cañón de Fernández, Francisco Serrato y Genaro Vázquez, quienes detectaron esta actividad ilegal y de inmediato dieron aviso al biólogo Eduardo Escobedo Reyes, quien es el encargado del Área Natural Protegida (ANP) para actuar en conjunto.
Los pescadores fueron sorprendidos arrojando las redes y reconocieron que sacan toneladas de peces, que ni siquiera han llegado a la madurez, "y nos reconocieron que los usan así pequeños para hacerlos ceviche", dijo Escobedo.
Fue en el 2015 que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) a través de su delegación Durango, conformó un comité de vigilancia ambiental participativa en el Cañón de Fernández, a fin de que más habitantes de la zona asuman funciones de cuidado ambiental. De dicho comité también formaron parte Serrato y Vázquez.
La pesca furtiva pone en riesgo a las especies de la zona, pues especies como el róbalo, cuando son juveniles, emigran a las áreas menos salinas luego del desove, pero emigran a otras para unirse a la población productora únicamente cuando han alcanzado la madurez sexual. La mayoría de los que pescan son pequeños.
"Ellos nos explican que ésta es una actividad económica que realizan para sobrevivir, pero les explicamos que aunque nuestro interés nunca ha sido afectarlos, no pueden pescar en esta zona y de hecho tenemos que reportar esto a otras instancias como la Profepa, que son las encargadas de establecer sanciones si así lo consideran", dijo el biólogo Eduardo Escobedo.
El decreto administrativo publicado en el periódico oficial del Estado de Durango del 9 de noviembre del 2017, establece que el uso, explotación y aprovechamiento de las aguas nacionales ubicadas en el parque estatal Cañón de Fernández, se sujetarán a las normas oficiales mexicanas para la conservación y aprovechamiento de la flora, la fauna acuáticas y de su hábitat, así como las destinadas a evitar la contaminación de las aguas y los suelos.
También se sujetarán a las políticas y restricciones que se establezcan en el plan de manejo para la protección de las especies acuáticas, de acuerdo con lo establecido en las disposiciones legales aplicables y los convenios de concertación de acciones para la protección de los ecosistemas acuáticos que se celebren en los sectores productivos, las comunidades de la región e instituciones académicas y de investigación.
Se establece también en el decreto oficial, que en el parque estatal Cañón de Fernández no se podrán realizar actividades que pongan en riesgo los recursos naturales o contravengan a lo establecido en la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, así como la Ley de Gestión Ambiental Sustentable del Estado.
El encargado del parque Cañón de Fernández, Eduardo Escobedo, dijo que se está elaborando el reporte oficial de lo sucedido.
