El pequeño Rafael se encuentra internado en el Hospital Infantil Universitario; ya presentó avances en su tratamiento. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Rafael, el niño que se encuentra internado en el Hospital Infantil Universitario de Torreón a causa de quemaduras por pirotecnia, ya presentó una respuesta favorable a los medicamentos y tratamiento, por lo que surgió una gran esperanza de vida para sus familiares. No obstante, siguen requiriendo del apoyo de la comunidad para poder solventar los mismos, ya que cada receta en promedio ha sido de unos dos mil pesos. Adicionalmente el menor será valorado por especialistas de la Fundación Michou y Mau, I.A.P.
Los familiares del menor han recibido medicamento (albumina) de personas altruistas de La Laguna que cuentan con él, además de algunos apoyos económicos. Aseguran que ha sido una gran ayuda para salvar la vida del niño.
Los padres del menor, Rafael Valdez y Liliana González, así como la tía, Ángela González, han expresado su gratitud a todas las personas de la Comarca Lagunera que los han apoyado desde con 20 hasta con 1,000 pesos, pues todo ha contribuido para poder comprar los costosos medicamentos que el niño ha requerido con urgencia en estos difíciles momentos. Hasta ayer, el pequeño dio señales de responder favorablemente luego de las quemaduras externas y principalmente las internas en su esófago y pulmones.
"El niño se aferra a la vida, esperamos un milagro, la gente de buen corazón ha ayudado", aseguró una trabajadora social del nosocomio.
Por ahora, tanto los familiares como el personal médico esperan que muy pronto el menor pueda ser valorado por parte de la Fundación Michou y Mau, I.A.P., una organización no lucrativa destinada a la asistencia y prevención de niños mexicanos con quemaduras severas, misma que ha logrado que muchos menores en situaciones de gravedad como esta sean atendidos en Estados Unidos.
Como se informó, el niño Rafael Valdez González, de 10 años de edad, se ha debatido entre la vida y la muerte luego de sobrevivir a las quemaduras que sufrió porque le cayó un 'cuete', parte de la pirotecnia que otros niños y adolescentes estuvieron lanzando la noche del 24 de diciembre.
Lo anterior provocó que su ropa se quemara y de inmediato inhaló sustancias tóxicas que le quemaron el esófago y parte de un pulmón.
El personal médico indicó que si fueran solo las quemaduras el niño ya estaría recuperándose. La complicación se presentó por inhalar las sustancias que de inmediato le provocaron quemaduras internas graves.
