Se incrementan diagnósticos de gastritis en las diferentes unidades médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social al ser cada vez más común por los malos hábitos de alimentación y de vida.
El ritmo de vida actual y el aumento en los malos hábitos alimenticios, genera un incremento en atenciones por gastritis en las diferentes clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de acuerdo a los datos de la delegación en el estado de Durango.
Durante el 2018 se atendieron seis mil 076 pacientes con padecimiento de gastritis; es decir, un promedio de 500 pacientes al mes en todas las clínicas de la delegación, incluyendo las de la región Lagunera.
Así lo dio a conocer Roberto Castro Zúñiga, gastroenterólogo del IMSS, quien comentó que la gastritis es un padecimiento que se presenta cuando las paredes del estómago se inflaman por la acción de una bacteria llamada Helicobacter pylori, la cual prolifera cuando la mucosa gástrica se debilita a consecuencia del consumo de alimentos y productos irritantes como son picantes, café, alcohol, refrescos, tabaco, harinas, grasas, entre otros.
"La gastritis se deriva del consumo de alimentos irritantes que contribuyen al desarrollo de este padecimiento", dijo.
Los especialistas advierten sobre los riesgos de no ser atendido oportunamente, ya que puede desencadenar en úlceras.
"Los alimentos chatarra, medicamentos, el bajo consumo de agua y los estilos de vida ajetreados también favorecen el desarrollo de este padecimiento que se manifiesta con dolores internos en la boca del estómago, ardor, sensación de vacío o hambre aun después de haber comido, acidez, agruras y reflujo", agregó el especialista de la delegación.
Además, resaltó que si ya se presentan síntomas de gastritis, hay que acudir con el médico familiar para ser diagnosticado y evitar que la enfermedad progrese hasta convertirse en una úlcera que cause hemorragias internas, haciéndose visibles, ya sea por el reflujo de sangre hacia la boca o por el recto, expulsando heces muy oscuras que indican la presencia de sangre.
Recomendó adoptar hábitos saludables como reducir el consumo de aquellos alimentos y productos irritantes, comer en horarios fijos, evitar en lo posible hacerlo en la calle y de forma apresurada, contemplar frutas, verduras, fibras y cereales en la dieta diaria y reducir estrés.