En México, la tradición española se combinó con la cultura prehispánica que celebraba rituales de purificación y que con cada inicio de periodo de siembra acostumbraba ofrecer tamales y atole a los dioses para solicitarles una buena cosecha. (ARCHIVO)
La Fiesta de Nuestra Señora de la Candelaria es una de las tradiciones más arraigadas en nuestro país, pese a que sus antecedentes son españoles, sin embargo aquí se volvió híbrida tras combinarse con las tradiciones indígenas.
Según expertos, la fiesta tuvo su origen en la antigua Roma con la procesión de las candelas, que formaba parte de los Lupercales. Posteriormente se unió a la Liturgia de la presentación de Jesús en el templo y la purificación de la virgen María después del parto, asociada con velas, cirios y candelas en manos de los fieles.
De acuerdo a la tradición, en Canarias se registró la aparición de la virgen con el nombre de Señora de la Candelaria, por lo que a partir del año 1497 y gracias a Alonso Fernández de Lugo, conquistador de Tenerife, se convirtió en una celebración mariana, que fue llevada a tierras americanas por parte de los conquistadores canarios.
En México, la tradición española se combinó con la cultura prehispánica que celebraba rituales de purificación y que con cada inicio de periodo de siembra acostumbraba ofrecer tamales y atole a los dioses para solicitarles una buena cosecha, motivo por el cual estos alimentos siguen siendo parte de las celebraciones actuales del 2 de febrero.