Un alce que quedó justo a la altura del timbre. (INTERNET)
Allie Johnstone y Kyle Stultz, que viven en Alaska, se despertaron un día a la una y media de la mañana por el timbre que sonó en su casa.
Bajaron a abrir pero no había nadie, por lo que pensaron que sería algún bromista. Sin embargo, al revisar las cámaras de seguridad de su vivienda, descubrieron que el culpable había sido un alce.
"Teníamos este lindo trasero de alce esperándonos ahí. Y el alce decidió retroceder y así es como consiguió tocar el timbre", cuenta Stultz a la cadena KTVA-TV.
DA.