Este amigo mío es un optimista profesional, y eso que pasa ya de los 80.
Lleva consigo no sé qué maravillosa lente que le permite ver siempre el lado bueno de las cosas.
Me dijo:
-Hoy por la mañana, al levantarme, mi cuello hizo: "¡Crack!". Me senté en la cama y mi espalda hizo: "¡Crack!". Alcé un brazo e hizo: "¡Crack!". Alcé el otro y también hizo: "¡Crack!". Me puse en pie, y mi cintura hizo "¡Crack!". Moví una pierna e hizo: "¡Crack!". Moví la otra e hizo igualmente; "¡Crack!". Y vieras cuánto me alegré por eso. ¡Estoy crujiente, como las papitas!
La vida está llena de quebrantos. El arte de vivir consiste en no dejar que nos quebranten. Otro amigo tengo que sufre una enfermedad crónica. Y dice: "Mi cuerpo está enfermo. Yo no".
Reza un proverbio: "Mientras hay vida hay esperanza".
Mis amigos están llenos de esperanza.
Por eso están llenos de vida.
¡Hasta mañana!...