VARIACIONES OPUS 33 SOBRE EL TEMA DE DON JUAN
Después de muchos años de muy buena vida don Juan pasó a la otra.
San Pedro, el portero celestial, le dijo que no podía entrar en el paraíso.
-Está bien -aceptó con arrogancia el sevillano-. Cada mujer que tuve entre mis brazos fue para mí un paraíso. No necesito otro.
Ya se retiraba cuando llegó el Señor. Le preguntó a San Pedro:
-¿Por qué no lo admitiste?
-Señor -explicó el apóstol de las llaves-, ese hombre sedujo a muchas mujeres. Es el gran seductor.
-Ah, Pedro -meneó la cabeza el Señor-. Se ve que no conoces a las mujeres. Déjalo entrar. No es el gran seductor: es el gran seducido.
Así dijo el Señor. Y don Juan entró en el paraíso. En un paraíso más.
¡Hasta mañana!...