"Reinventarse o morir" para don Manuel no es sólo una frase o dicho, sino una filosofía de vida, pues después de muchos años de ser el propietario de una carnicería que con el tiempo se vino abajo, debido a que sus ventas fueron cayendo, pues sus clientes asiduos dejaron de consumir carne o chicharrones por cuestiones de salud, el señor decidió adaptarse a las circunstancias y se le ocurrió poner un negocio en donde ofreciera productos saludables y fue así que se le ocurrió incursionar la venta de vasos con fruta.
Previo a incursionar en el negocio de la fruta, trató de manera informal sostenerse con lo que mejor sabía hacer; preparar chicharrones y venderlos a la entrada de la ciudad, pero también fracasó.
Fue hace 15 años que don "Meny Boy" como lo conocen en Matamoros, compró su primer triciclo y empezó a recorrer la ciudad para ofrecer fruta fresca, pero el éxito del negocio fue tal, que luego adquirió tres triciclos y le dio trabajo a dos personas más, al tiempo que él y su esposa salían a vender también.