La pérdida de la capacidad auditiva puede deberse principalmente a dos tipos de daño, agudos y crónicos. (ARCHIVO)
El especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Luis Humberto Govea Camacho, señaló que la pérdida de la capacidad auditiva puede deberse principalmente a dos tipos de daño, agudos y crónicos.
“Entre más pronto se atiendan, mejor es el pronóstico del paciente”, aseguró el jefe del Departamento de Otorrinolaringología, Audiología y Foniatría del Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco.
Dijo que sonidos agudos y fuertes, como el de un proyectil, traumatismos o accidentes en donde se lesionen cabeza y cuello, e incluso un inadecuado aseo de los oídos, introduciendo desde cotonetes hasta papel higiénico, puntas de plumas o llaves, pueden provocar que la persona sufra una pérdida aguda de la audición.
“Respecto al daño crónico, estamos hablando de una exposición a ruidos fuertes durante un tiempo promedio de ocho horas diarias, durante ocho años y con más de 80 decibeles de intensidad”, afirmó.
El experto recalcó que otro tipo de daño progresivo es el que se da en casos de sordera de origen familiar o genético, o cuando la persona tiene más de 60 años de edad y su oído va perdiendo capacidad con el paso del tiempo.
Govea Camacho sugirió a la población en general estar atenta a síntomas característicos del daño auditivo, como el no escuchar bien una conversación, el radio o la televisión y que otros consideren el volumen que utilizamos normalmente como demasiado alto.
Asimismo, escuchar zumbidos o chasquidos de manera continua, incluso cuando el ambiente es silencioso, así como sentir que se camina con menos equilibrio del cuerpo.
“En caso de que se presente un daño de tipo agudo, se recomienda a los pacientes acudir durante las primeras 24 horas, porque así hay un 80 por ciento de probabilidades de recuperar la audición. Esta cifra desciende conforme transcurren más horas”, alertó.
