Al menos trece personas murieron y más de treinta resultaron heridas ayer en tres atentados con explosivos en iglesias en la ciudad de Surabay en el peor atentado en Indonesia contra cristianos desde 2000. (AP)
Al menos trece personas murieron y más de treinta resultaron heridas ayer en tres atentados con explosivos en iglesias en la ciudad de Surabay en el peor atentado en Indonesia contra cristianos desde 2000.
El jefe de la Policía Nacional Tito Karnavian, en declaraciones recogidas por el medio local Viva, responsabilizó de los ataques a una familia indonesia que regresó de Siria, incluidos dos hijos de 18 y 16 años y dos hijas de 12 y 9 años.
Sin embargo, más tarde se registró un ataque más a la comisaría de Surabaya, en el cual varias personas resultaron heridas. De última hora las autoridades reportaron casi una veintena de muertos por las explosiones.
La bomba estaba oculta en una motocicleta conducida por dos personas hasta el control de seguridad de la entrada de la comisaría donde fue detonada por los suicidas, según imágenes de la cámara de seguridad difundidas en la televisión TV One. El presidente de Indonesia, Joko Widodo, calificó el nuevo ataque de "inhumano" y "cobarde" y afirmó que acelerará la revisión de la ley antiterrorista "tan pronto como sea posible", en una intervención televisada.