Detenidos. Una mujer rompió en llanto y dijo que hay personas detenidas injustificadamente.
Mientras que el llamado Frente Unido de Pueblos de La Laguna en Defensa y el Territorio pidió detener la represión en contra de quienes rechazan la instalación de una planta de cianuro de sodio en el poblado El Siete de este municipio, las autoridades aseguraron que se ha privilegiado el diálogo para hacer valer el estado de Derecho.
Luego de la violenta jornada que se vivió el viernes en comunidades del norte de Gómez Palacio, representantes de esa agrupación demandaron la liberación de los 43 detenidos, algunos de quienes según dijeron, estaban lesionados y no se les había dado la atención médica que requerían.
Hipólito Trujillo, maestro jubilado de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) insistió en que la manifestación era pacífica y que los elementos de las corporaciones ya tenían la orden "de la alcaldesa" de agredirlos para disuadir la protesta contra la empresa Chemours.
Integrantes de la agrupación dijeron que hay temor entre los pobladores por la presencia de elementos a bordo de patrullas en las comunidades, lo que consideraron un acto de intimidación.
Al respecto, el subsecretario de Gobierno en La Laguna, Manuel Ramos Carrillo negó que haya existido una orden directa de agresión y destacó que hubo muchos intentos de dialogar pero las corporaciones fueron recibidas a pedradas.
Señaló que prueba de que la manifestación no fue pacífica, es que el conteo de lesionados arroja más de 40 elementos con golpes y descalabradas y alrededor de seis patrullas dañadas.
De Lerdo resultaron cinco agentes lesionados, así como una patrulla; de Gómez Palacio fueron 23 y tres patrullas dañadas; de la Policía Estatal fueron tres agente lastimados y una patrulla dañada, además de otros tres elementos de la Policía Investigadora junto con una unidad que fue volcada por los manifestantes.
El director de Atención Ciudadana, Jaime López y quien ha sido mediador en el conflicto, dijo que en todo momento se buscó llegar a un acuerdo con los inconformes pero ellos demandaban la presencia de la alcaldesa y rechazaron conciliar, por lo que en lugar de eso comenzaron a lanzar piedras a los policías.
Ramos Carrillo dijo que el Gobierno de Durango y el Ayuntamiento han permanecido en total coordinación para seguir privilegiando el diálogo por encima de cualquier incidente que se pudiera provocar, pues lo que se busca es alcanzar los acuerdos necesarios y abrir canales de comunicación.
