Oportunidades. Niños y niñas expresan su deseo de igualdad de oportunidades para todos. (EDITH GONZÁLEZ)
Además de su corta edad, Mary Tere, Emiliano, Valeria, Mario y Eva tienen algo más en común, aman las matemáticas y quieren un mundo con igualdad de oportunidades para los niños y las niñas.
A Mary Tere, de 8 años le encanta la clase de ciencias y en este momento quiere ser maestra para enseñar a los demás niños y niñas las maravillas del mundo científico.
Emiliano, de 6 años ama las matemáticas y dice que las aprovechará para hacer grandes descubrimientos, pues busca hacer carrera en el mundo de las ciencias.
El interés de Valeria, de 8 años, lo ha despertado la geografía y la historia, aunque a esta edad ha decidido ser corredora.
A la edad de tres años Mario aprendió a sumar y restar, por lo que es evidente su amor por los números. Ahorita tiene 9 años y aún no ha pensado a qué se dedicará cuando sea grande, está muy ocupado haciendo ecuaciones lineales simultáneas con dos variables lo que ven estudiantes de secundaria. Eva, de 6 años, también quiere ser maestra posiblemente de matemáticas, pues es la materia que más disfruta.
Su afición por las materias más difíciles para las y los mexicanos tampoco es fortuita, ellos estudian por las tardes el método japonés Kumon, en Torreón, enfocado al estudio de las Matemáticas y la Lectura y que tiene como principal objetivo que sean autodidactas y en la entrevista dejaron al descubierto su gran potencial.
Después de platicar una parte de sus intereses, les preguntamos si consideran que los niños y las niñas son iguales.
-"No, todos tenemos cualidades diferentes", dice Mary Tere, Valeria coincide y explica las características físicas a las que se refieren.
"Ellos suelen ser más fuertes que nosotras, a veces más rápidos, pero nosotras somos más inteligentes ".
-¿Creen que estas cualidades o características físicas les impida estudiar alguna carrera?.
-No- contesta Emiliano y explica que las niñas pueden ser lo que quieran porque tienen la capacidad: maestras, doctoras, ingenieras, científicas, etc.,
Mario asiente con la cabeza en señal de acuerdo y añade: "Tenemos los mismos derechos, eso es lo que nos hace iguales todos, tenemos los mismos derechos, así que ellas tienen derecho a elegir sus propias carreras, nadie las puede obligar a ser lo que no quieren,".
Eva, un poco apenada con la entrevista, dice que es verdad. Los niños y las niñas no conciben que México sea un país de desigualdades en donde las mujeres siguen peleando la igualdad de derechos.
"A ver, si a ustedes les hicieran eso (discriminarán) ¿cómo se sentirían?", cuestiona Mario.
Saben que el país que estamos construyendo las personas adultas será el que ellos reciban en un futuro y dicen que les gustaría un lugar mejor, en donde todas y todos tengamos las mismas oportunidades.