Distancia. Frauke Petry no se unirá al grupo parlamentario de su partido por diferencias políticas. (EFE)
Las latentes tensiones internas en la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) rebrotaron tras el éxito electoral del domingo, con la decisión de su copresidenta, Frauke Petry, de no unirse al grupo parlamentario de su partido por diferencias políticas.
Petry, que logró un escaño directo por Sajonia y lidera al sector menos radical de la formación, anunció por sorpresa su decisión sin haberla comunicado antes a la cúpula de su partido, provocando escenas de desconcierto en la rueda de prensa convocada para celebrar el triunfo en las urnas.
Con el escrutinio finalizado, AfD obtuvo un 12,6 % de los votos (casi 5,9 millones de sufragios), 94 escaños, y se aupó como tercera fuerza política, arrastrando electores desde el abstencionismo y desde las filas conservadoras de la canciller, Angela Merkel.
"Hay diferencias abiertas en AfD y creo que no debemos callar como una tumba", subrayó Petry junto al resto de dirigentes, ante quienes lamentó que se hubiese actuado en las últimas semanas como un "partido anárquico".
A continuación, se levantó sin admitir preguntas y, ya fuera de la sala de prensa, declaró su intención de liderar un "nuevo comienzo conservador", sin aclarar si pretende fundar un nuevo partido, y anunció que formará parte del Bundestag (cámara baja) como independiente.
Pugnas
Las diferencias entre las dos grandes familias en el AfD:
⇒ Son evidentes desde hace meses y tuvieron su culminación cuando Petry se vio forzada en abril a renunciar a presentarse como candidata del partido.
⇒ Petry no ha dudado en criticar a los sectores radicales.