
Conmemoración. Se realizó ayer una ceremonia breve en el memorial. (EFE)
Con rosas y veladoras se recordó ayer el 28 aniversario de la caída del Muro de Berlín y a los cerca de 150 alemanes orientales que perdieron la vida en el intento de cruzarlo durante los 28 años que esa frontera interalemana estuvo en pie.
Entre la Puerta de Brandenburgo y el Reichstag, que es el centenario edificio donde sesiona el Parlamento alemán, hay en forma permanente una serie de cruces blancas con los nombres de varios de los muertos por soldados germanorientales cuando trataban de huir de Berlín Oriental a Berlín Occidental.
El caso más dramático es el de Chris Gueffroy, quien fue baleado por guardias germanorientales al tratar de correr a Berlín Occidental a través de la llamada Franja de la Muerte. Tenía 21 años. Los cuatro soldados germanorientales que le dispararon y que lo dejaron desangrarse en la Franja de la Muerte fueron condecorados por las autoridades de la entonces República Democrática de Alemania.
Los hechos sucedieron el 5 de febrero de 1989. El drama reside en que nueve meses después tuvo lugar en forma inesperada y pacífica la apertura de la frontera interalemana el 9 de noviembre de ese año.
En el 28 aniversario de la caída del muro no tuvo lugar una conmemoración oficial de ese suceso, sino una breve ceremonia en el Memorial del Muro en la Bernauer Straße. El alcalde de Berlín, Michael Müller, la encabezó.