Siglo Nuevo

Santiago Calatrava

Arquitecto valenciano y universal

Centro de transporte del World Trade Center en Nueva York (2003-2013). Foto: Curved New York

Centro de transporte del World Trade Center en Nueva York (2003-2013). Foto: Curved New York

JESÚS TOVAR

Calatrava, sin duda uno de los arquitectos más importantes y solicitados del mundo, se ha convertido en el maestro de la arquitectura del movimiento. Lleno de reflectores por hacer lo que muchos llaman “el arte por el arte” o “arquitectura espectacular” vive rodeado de elogios y de críticas hacia un trabajo polémico realizado con un talento innegable.

Santiago Calatrava nació el 28 de julio de 1951 en Valencia, España. En 1957 asistió a la Escuela de Artes y Oficios, donde inició su aprendizaje formal de dibujo y de pintura. En 1964 su familia aprovechó la reciente apertura de las fronteras españolas y lo envío a Francia para hacer un intercambio de estudios. Finalmente en 1968 terminaría su educación secundaria en Valencia. De 1968 a 1969 asistió a la Escuela de Arte también en Valencia. Mientras era estudiante un pequeño libro de la colorida obra de Le Corbusier le cambió la vida. Este libro lo compró un día en Valencia y mostraba la Unité d’Habitation de Marsella, que fue sin que lo supiera su primera lección de la forma.

y de 1969 hasta 1974 estudió en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, donde concluyó la Licenciatura en Arquitectura. De 1975 al 1979 realizó sus estudios de posgrado en Ingeniería Civil en el Instituto Federal de Tecnología (ETH) de Zúrich, Suiza. De 1979 a 1981 realizó su curso de doctorado en ciencias técnicas en el Departamento de Arquitectura del ETH con la tesis: Acerca de la plegabilidad de las estructuras. En 1981 inició su actividad como arquitecto e ingeniero en Zúrich, Suiza.

De 1984 a 1987 realizó el puente de Bac de Roda-Felipe II de Barcelona, que fue el primero de una serie de proyectos de puentes que le dio reconocimiento internacional.

De 1985 a la fecha los proyectos y obras de Calatrava se han exhibido en un gran número de exposiciones retrospectivas en los museos más importantes de ciudades como París, Valencia, Londres, Nueva York, Florencia y Viena, por mencionar sólo algunas.

En 2007 fue nombrado hijo predilecto de Valencia en España. En 2010 fue declarado ciudadano honorario de Lieja en Bélgica y finalmente, en 2012 le fue otorgado el grado de doctor honoris causa por el Pratt Institute de Nueva York, Estados Unidos.

A Calatrava le gusta trabajar como ingeniero más allá de la arquitectura y desde cero. Siempre le fascinó la gravedad y trabajar con formas simples. Una gran influencia de su trabajo fue el ingeniero suizo Robert Maillart. Con el paso de los años se dio cuenta de que un correcto contenido sólido dentro de un proyecto podría suscitar emociones y que con la combinación adecuada de fuerza y volumen esa emoción que genera la obra se vuelve inolvidable. Calatrava es un caso non en la arquitectura mundial, es un hombre polifacético de capacidad comprobada. Además de arquitecto, es ingeniero y es un artista consumado, su desempeño en cada disciplina es superior al común de los mortales. Calatrava desarrolló de la mano de lo técnico una fuerte atracción por el arte y el sentido estético que le han brindado a sus obras una belleza incomparable. Es una figura única de la arquitectura contemporánea que integra completamente la escultura en la arquitectura, la mezcla de dos artes excepcionales. Su obra realmente genera emoción y perplejidad.

ARQUITECTO Y ESCULTOR

Calatrava también es un escultor cuyas obras pudieron llegar a cualquier museo del mundo por méritos propios, acepta y es perceptible la influencia de Brancusi. La obra escultórica de Calatrava tendría que ser revalorada todavía por muchos de nosotros. En su escultura utiliza esferas, cubos y formas simples que se relacionan con la ingeniería y exactamente lo mismo hace con su arquitectura. Admira la libertad con la que de Frank Gehry o de Frank Stella trabajan como arquitectos y como escultores. De cierta manera reconoce que hay una cierta alegría y libertad en sus obras que no se encuentra presente en la de él. Se reconoce más frío en ese sentido por el arduo negocio de las matemáticas involucradas en sus proyectos. A Calatrava nunca le han gustado las galerías de arte a pesar de que los artistas hablan de él positivamente. El arte es mucho más libre que la arquitectura. Alguna vez ha dicho: “La arquitectura y la escultura son dos ríos por donde circula la misma agua”. Para él la escultura es plástica pura y la arquitectura es plástica sometida a la función y al ser humano. Por eso la escultura es superior a la arquitectura por su pureza de expresión. Por otro lado, la arquitectura es superior a la escultura en cuanto a su manejo de escala humana, escala ambiental, interiorismo y penetrabilidad. Para Calatrava “el arte es una fuente de ideas para la arquitectura” y la principal fuente de inspiración de Calatrava es la figura humana ya que la arquitectura se puede diseñar como se diseñan todos los cuerpos vivos.

La gran escultura como la arquitectura es un juego armónico de luces y de sombras. Arquitecto y escultor son casi uno, Calatrava está en medio de estos dos. La relación entre la arquitectura y la escultura en el trabajo de Calatrava es inseparable e importantísima. Con su magistral arquitectura de movimiento refleja lo estático y lo dinámico, sugiere movimiento y lo congela en el tiempo, además de estar presente en sus obras un movimiento físico repetitivo. Ha creado a partir del arte cinético, una verdadera arquitectura cinética que se alimenta de movimiento. Su obra nos recuerda las esculturas móviles de Alexander Calder, Naum Gabo y Moholy-Nagy.

Con su tesis doctoral Acerca de la plegabilidad de las estructuras desarrolló un profundo conocimiento de que cada figura geométrica de tres dimensiones se puede reducir a una de dos o simplemente de una figura de una dimensión. Todo es un descubrimiento para la descomposición de la forma que es un problema matemático y de topología que ha venido resolviendo poco a poco. Por ejemplo, El Discóbolo de Mirón refleja tensión a partir de un instante de movimiento. Luego vino el tiempo como variable dentro de la ecuación arquitectónica. Para Calatrava todo está relacionado con las matemáticas y con el tiempo.

Conceptos como masa, aceleración y tiempo juegan un papel determinante en su capacidad de personal de concepción. La arquitectura de Calatrava está llena de cosas que se mueven y el movimiento cíclico encierra un significado existencial para su obra. Calatrava ha sido llamado “el Da Vinci de nuestro tiempo” por sus capacidades probadas y no suena para nada descabellado. Su trabajo combina luz, aire y elegancia estructural con solidez.

En años recientes ha obtenido la medalla de oro de la AIA después de Josep Lluís Sert la ganara en el año de 1981. Según la AIA, su obra explora la esencia de la arquitectura, la energía del espíritu humano y cautiva la imaginación deleitándonos con las maravillas de las formas escultóricas y las estructuras dinámicas donde crea entornos para habitar, jugar y trabajar.

No se perturba por la convivencia de arte, arquitectura y la ingeniería en todo su trabajo. Las tres conviven y se desarrollan en armonía dentro del conjunto de obras reconocidas internacionalmente. Él, ingeniero, artista y científico en una sola persona es casi como el uomo universale del renacimiento italiano, aquella persona con un profundo conocimiento en muchos campos del conocimiento. Calatrava parece reconciliar al arte con el resto de las actividades que surgen de la inteligencia humana.

INFLUENCIAS

Robert Maillart, Pier Luigi Nervi, Eduardo Torroja y Félix Candela son sus influencias reconocidas tanto en el campo de la Ingeniería Civil como en la Arquitectura. Calatrava ha ido más allá de resolver los problemas técnicos, ya que considera la ingeniería como el “arte de lo posible”. No es tampoco un “mitómano de la técnica” pero reconoce el papel que juega en cada obra de arquitectura ya que el punto de vista técnico de la construcción determina su expresión integral y final.

En el trabajo de Calatrava, la influencia de Candela se ve reflejada en sus armazones ligeros de concreto armado, sus cascarones. La influencia de Torroja y de Gaudí está presente en sus formas orgánicas y vegetales. También tiene otras influencias vitales como la de Goya, Joan Miró o Julio González. Su trabajo es considerado una evolución del trabajo de artesanos y artistas en pos de una obra de arte integral, abstracta y universal. En una conferencia del famoso ingeniero Pier Luigi Nervi en la Universidad de Harvard en 1961 comentó que la aprobación de ciertas formas era para él inexplicable. Pareciera que Santiago Calatrava ha logrado este nivel de aprobación casi unánime. Cada obra contiene una esencia estructural, ausencia de decoración, pureza de líneas y de formas que ha generado todo un estilo único, verdadero y muy personal.

Calatrava ha demostrado habilidad para resolver proyectos tanto urbanos como arquitectónicos, hay muchos ejemplos, entre los que se pueden citar están las estaciones ferroviarias de Lisboa, Lieja y Manhattan. Le ha impregnado a cada una de ellas un halo sagrado sin dejar del lado al ser humano. Su arquitectura también puede ser considerada como una terapia de belleza, como un catalizador. Calatrava ha dicho en alguna ocasión que: “la arquitectura es producto de una gran inteligencia”.

Para muchas personas en el mundo estamos muy escasos de belleza. La arquitectura de Calatrava rinde un homenaje a la belleza y esta finalmente tiene la capacidad de generar grandes cosas para todos los seres humanos que tienen contacto con ella. Refleja además de belleza, creatividad, fuerza y optimismo, todo un conjunto de virtudes esperanzadoras que necesitamos. Calatrava ya es creador de mundos horizontales (puentes) y de mundos verticales (torres). Su obra sigue anclada en otra era y busca poner siempre orden en sus diseños por medio de la geometría y del movimiento controlado. El azar solamente entra durante el desarrollo de sus esbozos o de sus croquis. Hoy no se sabe a dónde irá el trabajo de este arquitecto pero estamos seguros que lo único que llevará de equipaje para este viaje es lo que lleva su espíritu.

EL INTERCAMBIADOR DE MANHATTAN

Uno de sus últimos y más polémicos proyectos ha sido el intercambiador de transportes (HUB) del World Trade Center de Nueva York, que fue terminado recientemente y que fue construido a base de vidrio, acero, concreto y luz. Su diseño evoca motivos de muchas tradiciones, como por ejemplo la mandorla bizantina, las alas de querubín sobre el arca de la alianza o las alas que cobijan los canopos de las tumbas egipcias. Para Santiago Calatrava simplemente es: “es un niño liberando un pájaro entre las manos”.

Este proyecto es uno de los más caros de la historia moderna; costó cuatro mil millones de dólares. Forma parte del sistema urbano de Manhattan que tiene una complejidad enorme realizada a partir de un siglo de ampliaciones, de construcción de anexos y de cambios de dirección. Esta es la nueva estación de la autoridad portuaria de Trans-Hudson (PATH). Las obras en la zona cero quedaron detenidas por los acontecimientos sucedidos que ya todos conocemos del 11/09 y por los desacuerdos en las partes que intervinieron en la reconstrucción del sitio del desastre. El único proyecto que ha avanzado hasta su culminación fue el intercambiador permanente de la nueva terminal de transportes de Calatrava. Este edificio fue diseñado para satisfacer las necesidades de los viajeros de los trenes de cercanías de la PATH, del metro de Nueva York (líneas 1/9, E y N/R) y de un posible enlace ferroviario con el aeropuerto John F. Kennedy. El proyecto se encuentra localizado al este de las huellas de las Torres Gemelas.

Santiago Calatrava trabajó en este proyecto en colaboración con DMJM+Harris y el STV Group, resultando un edificio espectacular compuesto por una estructura autoportante. Se ubica en el extremo sur de la explanada Wedge of Light del afamado arquitecto Daniel Libeskind.

El edificio es un ovalo arqueado de vidrio y acero de unos 106 metros de longitud, 35 metros de ancho y 29 metros en su vértice. Calatrava explica: “Los nervios de acero que soportan la estructura se extienden hacia arriba hasta formar un par de marquesinas que recuerdan a unas alas desplegadas y alcanzan una altura máxima de 51 metros”. La explanada principal del conjunto está ubicada a unos 10 metros por debajo del nivel del piso y los andenes del PATH a unos ocho metros por debajo del mismo. El impacto de su forma es conmovedor por lo sucedido ahí resultado de los ataques terroristas. Calatrava ha probado con el desarrollo de este proyecto su capacidad de tratar con cualquier burocracia local, municipal, estatal y empresarial implicada en cada fase del diseño. Sin duda estamos disfrutando de la obra de uno de los arquitectos más relevantes del planeta.

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