Siglo Nuevo

Pia Camil

Transitar las formas

Slats, skins and shop fittings (2016). Foto: Blum & Poe Gallery

Slats, skins and shop fittings (2016). Foto: Blum & Poe Gallery

YOHAN URIBE JIMÉNEZ

La obra de la mexicana Pia Camil ha logrado llegar a importantes foros internacionales del arte contemporáneo; establece diálogos con los elementos más cotidianos del consumismo desinhibido, con emociones que son capaces de exhibir la condición femenina; aborda elementos identitarios a través del paisaje urbano y a la estética comercial como un elemento de formación de masas.

En sus creaciones, además de indagar las potencialidades de diversos materiales, la artista emergente ha explorado con los lenguajes propios de la escultura, el performance, la instalación y la manipulación textil.

Uno de sus rasgos distintivos es que invita al público a interaccionar con aquello que presenta, permitiendo incluso que cada pieza elaborada pueda ser vestidas por quienes visitan la exhibición.

En su más reciente exposición individual, Bara, bara, bara, montada en Dallas, Estados Unidos, Camil recurre al característico grito de los vendedores ambulantes que promocionan sus productos en la Ciudad de México. La persona que escucha esa palabra repetida con insistencia decodifica el mensaje de un modo que trasciende a la mera definición del término acortado, el producto no sólo es accesible al bolsillo, también es útil y de ese proceso es posible extraer una traducción visual.

La instalación reúne una serie de camisetas compradas en los mercados de Iztapalapa y, por un lado, eleva a la categoría de símbolo esa voz popular del mercado; por el otro denuncia la vulnerabilidad comercial de la frontera entre México y los Estados Unidos ya que el producto (las camisetas), de manufactura latinoamericana, viajó a la Unión Americana y luego regresó a México de manera ilegal.

La tensión entre la identidad individual y el grito colectivo es cuestionada mediante la unión de las piezas; la suma da lugar a grandes extensiones de tela. Bara, bara, bara está inspirada en el perfomance Divisor realizado por la brasileña Lygia Pape en 1968.

En la pieza original había una tela blanca, de grandes dimensiones, agujereada y los visitantes introducían la cabeza mientras el cuerpo quedaba envuelto en el entramado textil.

Cuando Pia Camil presentó la obra Divisor pirata, en Ciudad de Guatemala, también organizó una intervención colectiva con la idea de generar dinamismo. Convocó a más de 80 personas en un espacio público; deconstruyeron una manta de más de sesenta metros cuadrados transportándola; el recorrido quedó registrado en fotografía y videos que luego fueron presentados como complemento de la exposición.

El consumismo femenino, visto desde la producción textil en serie y casi desechable, es cuestionado por la artista mexicana en varios de sus discursos.

Camil usa estantes y pieles para invitar a hacer un análisis social, para reflexionar sobre los ataques de publicidad que se sufren de manera cotidiana, para denunciar una cultura del consumo importada a gran escala desde los Estados Unidos y cuyo impacto en América Latina ha logrado poner en jaque el concepto de identidad de la mujer actual.

La tensión entre la identidad individual y el grito colectivo es cuestionada mediante la unión de las piezas; la suma da lugar a grandes extensiones de tela. Bara, bara, bara está inspirada en el perfomance Divisor realizado por la brasileña Lygia Pape en 1968.

La capitalina trabajar un concepto de identidad que inicia con el individuo y se traslada a la concepción contenida en un espacio habitacional en su obra Home Visit. Para esta visita tuvo la colaboración de la diseñadora Daniela Corneille, que vive con su esposo, arquitecto de profesión, en una casa construida en la década de los cincuenta en Alemania; en esa residencia la oficina es un cubo de cristal y la cubrió con unas cortinas confeccionadas a partir de camisetas viejas. Algunos objetos del interior y del mobiliario, como los sofás, acabaron cubiertos con pantalones de mezclilla gastados por el uso.

Para la elaboración de algunas de sus obras, Camil trabaja con costureras mexicanas de la Ciudad de México, de los sectores donde este tipo de camisetas son vendidas en locales de mercados populares. Varios de sus trabajos conducen, por líneas paralela al discurso principal, a cuestionar tratos de género, percepciones sociales, la definición de lo doméstico.

EVOCACIÓN A LOS GRANDES

La mexicana también ha homenajeado con su trabajo a artistas y creaciones que son referentes del arte universal. Por esa senda se desarrolló su pieza para el Museo Vasco de Arte Contemporáneo de España, su Cuadrado Negro.

La idea fue transformar el paisaje urbano al fragmentar la fachada del museo. Para ello ubicó un enorme cubo cubierto por una malla negra transparente. Las escaleras del recinto atravesaban el cubo y de ese modo, el público interaccionaba con la propuesta de Camil.

En esa ocasión, Pia recurrió al nombre de la obra símbolo de la pintura suprematista de Kazimir Malevich, Black square, realizada a inicios del siglo XX, que además de transformar la vista del espacio --dependiendo de la distancia del espectador-- también invita a la interacción ya que se ubica precisamente cubriendo las escaleras por donde transita el público.

Con un lenguaje que incita, invita e instiga, Camil ha logrado llevar sus inquietudes a destacados foros del arte contemporáneo. Desde su lugar de residencia, la Ciudad de México, recoge anécdotas y fenómenos sociales, los decodifica y los presenta ya sea a través de una intervención, una escultura o una instalación, siempre y cuando exista la posibilidad de que estos entablen un dialogo directo con las personas.

CONQUISTANDO ESPACIOS

Pia Camil vive y trabaja en la capital mexicana. Estudió en la Escuela de Rhode Island de Diseño y en la londinense Slade School of Fine Art. En foros neoyorquinos ha presentado las obras Slats, Skins & Shopfittings y Un bote para un cerrojo.

En 2015 tuvo una exposición individual, Skins, en el Centro de Arte Contemporáneo de Cincinnati; montó El pequeño perro se rió en los Los Ángeles en 2014, y Espectacular Telón en la Galería Sultana, de París en el 2013.

Una de sus primeras propuestas que logró atraer las miradas de la critica fue El Resplandor, expuesta en proyectos OMR, de la Ciudad de México en 2009.

Twitter: @uyohan

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