Sacudidos. Muchas personas salieron en pijamas y hasta en toalla durante el sismo de ayer por la mañana en Ciudad de México.
Un nuevo sismo volvió a causar pánico en la Ciudad de México ayer por la mañana.
El temblor magnitud 6.1, con epicentro en la Unión Hidalgo, Oaxaca, activó la alarma sísmica a las 7:55 horas, lo que obligó a los capitalinos a abandonar sus casas.
El sismo cobró dos vidas por infarto. Las víctimas son una mujer de 80 años y otra de 52, quien había alcanzado a salir de su casa para ponerse a salvo.
Instantes después del movimiento telúrico, los rescatistas fueron enviados al 415 del Eje 4 Sur Xola, entre Avenida Coyoacán y Adolfo Prieto, para atender a una mujer de 80 años.
La Policía capitalina informó que la octogenaria alcanzó a levantarse de su cama y a la mitad de camino entre la puerta de su habitación y la del departamento, se desvaneció.
En tanto, en la colonia Atlántida, Delegación Coyoacán, se registró otro deceso por las mismas causas.
En este caso, una vecina logró salir de un edificio de cuatro niveles, ubicado en avenida División del Norte 2992, entre Parque y Norte.
Luego de descender por las escaleras y salir a la calle, se desvaneció justo frente a la puerta y quedó tendida sobre la banqueta.
En primera instancia, sus vecinos consideraron que se había desmayado por el estrés y la impresión que le provocó el temblor.
Después de colocarle un algodón con alcohol cerca de la nariz, la mujer, identificada por el resto de residentes como Amalia, de 52 años, permaneció inconsciente.
Más tarde, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera confirmó ambos decesos a través de Twitter.
Aunque el movimiento fue apenas perceptible y la salida hacia zonas seguras ordenado, las personas se mostraron angustiadas.
"Estaba durmiendo, pero oí la alerta y agarré a mi hijo, nos bajamos rápido", dijo María Eugenia, una vecina de Azcapotzalco.
En la colonia Doctores, Raúl estaba a punto de bañarse cuando escuchó la sirena, se cubrió con una toalla y abandonó su departamento ubicado en Doctor Vértiz.
"La verdad ni la pensé, en cuanto escuché la alerta agarré la toalla y vámonos para afuera", comentó.
SUMAN DOS DECESOS MÁS
Las principales afectaciones ocurrieron en Juchitán de Zaragoza, donde se desplomó al menos una docena de viviendas dañadas por el temblor del pasado 7 de septiembre; en Asunción Ixtaltepec, donde también colapsó un puente vehicular ya afectado, y en Ciudad Ixtepec.
Una de las víctimas respondía al nombre de Miguel Jiménez, de 57 años, en la localidad de Llano Grande, Ixtaltepec. De acuerdo con los reportes de Protección Civil de Oaxaca, murió al ser atacado por abejas tras caer el panal durante el sismo.
La segunda persona fallecida es Florentina Cruz Guzmán, quien murió cuando colapsó su vivienda de Ixtaltepec; Miguel Jiménez Vásquez fue hallado por militares entre los escombros de una vivienda en Santo Domingo Tehuantepec y trasladado a una unidad hospitalaria, donde murió más tarde.
Con estos decesos, el número de víctimas mortales aumentó a 81 en la región del Istmo de Tehuantepec por el sismo de 8.2 grados en la escala de Richter ocurrido el pasado 7 de septiembre y las réplicas registradas la mañana de ayer sábado.
Por otro lado, parte de la estructura de la Base Aérea Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional en Ciudad Ixtepec también se afectó; no obstante, el gobierno del estado precisó que las actividades fueron suspendidas, pese al daño estructural.
Ese sitio se utiliza como centro de mando para la atención a los damnificados del sismo del 7 de septiembre. (Con información de Agencia Reforma y El Universal)
'Ésta es tu misión'
En la noche del 19 de septiembre, sentada en una colchoneta del albergue de la delegación Benito Juárez, Magali Luna sacó su violín y empezó a interpretar canciones populares.
Proveniente de una familia de músicos, la joven de 18 años ensayó las mismas canciones que interpretaba antes de que la interrumpiera el sismo. Esta vez, fue la música la que interrumpió la tragedia.
"Todos estaban asustados. Bastante tristes, nostálgicos. Yo me puse a tocar como si estuviera en mi casa. Nada más me veían y se tranquilizaron. Se levantaron y se pusieron a cenar, porque nadie tenía hambre. Platicaron", relató.
Unas horas antes, dos de las tres torres de departamentos ubicadas en Tokio 517, colonia Portales, se derrumbaron parcialmente. Aunque el edificio donde vivía permaneció en pie, no podrá regresar debido a la caída inminente del conjunto de departamentos.
Cuando tembló, ella estaba en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), de donde salió caminando con su violín, la posesión más preciada que tiene.
Al estar frente a su edificio, del cual sólo pudieron sacar las escrituras, dio gracias a Dios por haber salvado la vida de su familia.
Magali y sus papás, hermana y abuela, ocupan dos colchonetas en el albergue del Centro Deportivo Benito Juárez, donde actualmente pernoctan 500 personas.
Mientras narra su historia, una banda de jazz interpreta "Fly me to the moon" y un grupo de payasos juega a la pelota con los niños.
Voluntarios pasan con comida, agua, cobijas y ropa. La tristeza de estar en un albergue, después de perder todas sus cosas en el terremoto, se atenúa con el ambiente cálido que emerge de la solidaridad.
Magali ve hacia el futuro. Quiere abrir una academia de música en el Estado de México para hacer más accesible la educación musical a los niños. Junto con su novio, Andrés, planea futuros recitales del dueto Deu Cordes. En tanto, su música tranquiliza a sus más de 400 compañeros de albergue.
Su interpretación de "Bésame mucho" arranca aplausos de los demás refugiados. El "Ave María" de Schubert calma el estruendo en la recepción. El tema principal de Cinema Paradiso despierta a un joven que dormía y que le aplaude con ganas cuando termina.
"Una chava me dijo 'es que ésta es tu misión aquí'", recuerda.
