En India la donación y trasplante de órganos no es una práctica común. (INTERNET)
Ankur Rai, un joven indio de 17 años, sufría una enfermedad cardiaca provocada por un virus. Los médicos que lo atendieron, del Instituto Indio de Ciencias Médicas de Nueva Delhi, no tenían muchas esperanzas y le dijeron a Ankur que tenía sólo una semana de vida.
Sólo podía salvarse con un trasplante de corazón, pero cuando el chico fue conectado a las máquinas de soporte de vida, sus familiares comenzaron a preparase para lo peor.
Fue entonces cuando se encontraron no uno, sino dos corazones compatibles. La historia no termina ahí, pues tras el primer trasplante, el órgano no funcionó.
Fue hasta que el segundo fue traído que se logró una cirugía exitosa. Ahora el joven se encuentra en observación, pero su salud mejorando.
"Nos arriesgamos. Lo pusimos en oxigenación por membrana extracorpórea y comenzamos a buscar un nuevo corazón", comenta uno de los médicos, mientras el padre de Ankur añade: "No fue fácil encontrarlo en tan solo siete días, pero un día sucedió el milagro. Estamos agradecidos a los médicos".