Escándalo. El caso se conoció tras la denuncia de un fiscal federal agropecuario.
Al menos 33 funcionarios fueron apartados de sus cargos y una veintena de empresarios fueron detenidos luego de que se revelara una serie de irregularidades en la industria de la carne brasileña.
Además, el Banco Central de Brasil anunció el sábado el bloqueo de más de 2 millones de reales (unos 645 mil dólares) de las cuentas de 46 personas investigadas en la Operación Carne Débil, lanzada por la Policía Federal.
Según las autoridades brasileñas, fiscales del Ministerio de Agricultura recibían un soborno para liberar licencias sin realizar la fiscalización adecuada en los refrigeradores.
Las primeras investigaciones apuntan a que se usaban productos químicos para quitar el olor de la carne caducada y que se inyectaba agua para aumentar el peso de las carnes, que eran vendidas tanto en Brasil como en el exterior.
Al menos 22 empresas están siendo investigadas, entre ellas las multinacionales JBS y BRF, dueñas de marcas como Seara, Perdigao y Friboi.
Por el momento, las empresas aseguraron que están colaborando con las investigaciones y negaron cualquier adulteración en los productos.
Según la policía, parte del dinero obtenido por la venta de carne adulterada iba a los cofres del gobernante Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el del presidente Michel Temer, y el Partido Progresista (PP).
La operación contó con 309 procedimientos, entre órdenes de prisión, búsqueda y aprensión y conducción coercitiva.