Hacen de todo por un mejor año
La tradición del Año Nuevo nació en Roma, 46 años antes de Jesucristo, con lo que se daba homenaje a Janus, el dios pagano de las puertas y del comienzo. Julio César le dedicó una fiesta con comida copiosa, ofrendas de medallas, ramas y dulces, abundancia durante 10 días.
Lo principal era enmarcar la transición entre el cambio de un año al otro, por lo que la celebración se ha convertido en una fiesta que reúne a familias y amigos y es de las más importantes en el calendario mexicano.
De acuerdo a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), mientras que un alto porcentaje de las familias mexicanas celebran la Navidad con una cena en casa, cada vez es más común celebrar el Fin de Año en restaurantes y salones.
En este año, la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) reportó un 20 por ciento más en sus ventas para el cierre del 2017.
En México, se pueden encontrar varias tradiciones para celebrar el Año Nuevo. La cena incluye platillos que van desde el pavo relleno, lomo de cerdo, romeritos, tamales, pozole y ponche. Al día siguiente, la tradición continúa con el "recalentado".
Uvas
A la medianoche, es una tradición acompañar cada una de las 12 campanadas del reloj con uvas y pedir un deseo para el próximo año. Hay diversas versiones sobre el origen de esta tradición, que es de origen español. Se dice que en 1882 la clase burguesa solía beber champán y comer uvas durante la cena de Nochevieja, por lo que un grupo de madrileños ironizaron comiendo uvas acompañados del sonido de las campanadas. Otra teoría dice que en 1909 hubo muy buena cosecha de uva y los productores las ofrecieron como "uvas de la suerte".
Maletas
Cada vez es más popular esta tradición entre los mexicanos. Consiste en colocar un par de maletas en la puerta de la casa y, una vez que llegue la medianoche, salir con ellas a dar la vuelta a la manzana, o en algunos casos, se dice que basta con llevarlas a la puerta y de regreso, esto el número de veces que se desee viajar durante el nuevo año. Hay quienes dicen que, entre más lejos caminen, más lejos será su viaje, y que si es con la pareja, deben salir juntos.
Barrer
Ese día, las madres mexicanas dejan cerca de la puerta una escoba, pues se dice que sirve barrer del interior hacia la calle, para así expulsar las malas vibras, las penas y todo lo que pueda ser negativo para el hogar, eliminar las impurezas con una limpieza física, sinónimo de purificación espiritual.
Lentejas
Están asociadas también a la prosperidad. Comer lentejas tiene relación con el hecho de desear suerte y riqueza para el año venidero, y se remonta a la Roma Antigua, donde regalaban en estas fechas un pequeño bolso de cuero para atarlo a la cintura, y que estaba lleno de lentejas. En algunas casas mexicanas se arrojan las semillas en la puerta para asegurar la abundancia en las mesas en el año que se inicia.
Ropa interior roja
El color rojo se asocia con el amor y la pasión, por lo que quienes utilizan este color para recibir el Año Nuevo no quieren que ello les falte. La ropa interior también puede ser verde, relativo a la salud, o amarillo, con el dinero. Se dice que debe ser una prenda nueva y, de preferencia, regalada.
Borreguitos
Son símbolos de prosperidad económica, se cuelgan tras la puerta el último día del año, es una tradición europea, pues allá se considera que los borregos atraen el dinero.
Dinero
Para el Fin de Año, la prosperidad suele ser uno de los deseos más anhelados, por lo que una recomendación que se ha transmitido de generación en generación es llevar dinero en la cartera, en la bolsa, en los zapatos. También se recomienda portar objetos de oro como aretes, cadenas, pulseras, vestir de dorado o llevar algunas monedas. En algunos casos, las arrojan hacia el interior de la casa para que no falte dinero en el año.
