Gómez Palacio y Lerdo Protección Civil Lerdo Gómez Palacio Cañón de Fernández Lerdo Obras Públicas Gómez Palacio

CRÓNICA GOMEZPALATINA

70 años del incendio del mercado 'Baca Ortiz' de Gómez Palacio 13 de agosto de 1947

Manuel Ramírez López, Cronista oficial de Gómez Palacio

Gómez Palacio avanzaba con paso formidable en los caminos del progreso y del desarrollo, se hacía necesario contar con un lugar de concentración de los productos básicos que son necesarios para cubrir las necesidades diarias en aspectos alimenticios y también de los materiales complementarios para los crecientes grupos de habitantes, buscando facilitar las labores cotidianas en el hogar y proporcionar la comodidad y facilidades de acceso en un sitio donde se pudieran adquirir los bienes y servicios que se requieren. Ante esa alternativa algunas personas vieron la oportunidad de instalarse en una manzana de la comunidad, la número 6, que en el trazo original que hizo el Ingeniero Laureano Paredes estaba prevista para poder establecer un mercado, como había otras para áreas públicas, la plaza de armas y la alameda.

Por lo tanto, en diciembre de 1901, se inició la construcción del primer mercado formal de la población que fue llamado Santiago Baca Ortiz en memoria del primer gobernador constitucional de Durango. El responsable de la obra fue el ingeniero americano Kissinger, la cual fue financiada a un costo de 40 mil pesos por una sociedad mercantil que al término del contrato la entregó al municipio y por bastantes años dio un gran servicio a la congregación, pero gradualmente se deterioró de tal forma que se volvió insalubre y anacrónico, a consecuencia de muchos años de desatención y descuido en las condiciones físicas del parián gomezpalatino. Su apariencia y funcionamiento eran verdaderamente lamentables, había áreas que como única cubierta y protección contra las inclemencias del tiempo tenían sombras compuestas de costales cosidos entre si y algunas tiras de manta, las cuales estaban totalmente destrozadas por efecto del sol y el viento. Sin embargo, a mediados de la década de los cuarenta con todas sus fallas y penurias seguía funcionando.

Entrando el año de 1947, éste habría de significarse como conductor de importantes y trascendentales sucesos en nuestra región, se esperaban tiempos espléndidos para la agricultura y la ganadería ya que a su inicio, precisamente el día 4 de enero, cayó una copiosa nevada augurando óptimas cosechas y muy buenos y abundantes pastizales con la consiguiente derrama económica, provocando ese hecho el optimismo general y la confianza de que iba a ser un buen ciclo para La Laguna por los grandes beneficios que aportan las aguanieves para las actividades productivas del campo. Sin embargo, la tragedia oculta siempre en la trastienda de las oportunidades y la bonanza, se aprestaba a mostrar su nefasta presencia, lista a dar el zarpazo fatal a la primera oportunidad por lo que la desgracia no se hizo esperar.

En un par de semanas llegaremos al 70 Aniversario de este triste suceso, ya que el día 13 de agosto de 1947, el Mercado "Baca Ortiz" fue presa de un devastador incendio iniciado a las 23 horas, la terrible conflagración terminó con doscientos cuarenta locales de un total de 280 que existían en el inmueble, causando daños calculados en un millón de pesos, de esa época, además de las pérdida inmediata del único patrimonio de cientos de locatarios que tenían como único ingreso la venta diaria de los productos que expendían, lo que les provocó la ruina total. La situación después del incendio fue caótica, no pocos locatarios acusaban que había sido provocado y hasta culpaban a la policía municipal de haberlo causado. Pero la investigación realizada arrojó que el fuego se produjo en el área de las fondas, citando que era común que en esos sitios se provocaran continuos escándalos ya que algunas de las mujeres se embriagaban con los comensales, haciendo suponer que un descuido originó el fuego.

En su desesperación, los comerciantes se empezaron a instalar con tabaretes, barracas y tenderetes en las calles aledañas al mercado, ocasionando todo tipo de conflictos de vialidad e higiene ya que muchos tablajeros expendían sus mercancías al aire libre, con el riesgo latente de contaminación de los alimentos. Una parte de los locatarios se instalaron en el pequeño mercado de "El Parralito" situado por la calle Morelos cuatro cuadras al norte de la Plaza Juárez, laborando en las mismas condiciones antihigiénicas. Esa difícil situación permaneció por algunos meses, entrevistándose los comerciantes con el gobernador del Estado José Ramón Valdés, quien les prometió que a la brevedad se construiría un nuevo mercado más moderno y funcional para terminar en forma definitiva con el grave problema que estaban sufriendo.

El mandatario se hizo cargo de la construcción integral del mercado en un lapso de casi tres años. El día 23 de julio de 1950, el Presidente de la República Miguel Alemán Valdés, durante una gira que realizó por Gómez Palacio visitó el nuevo mercado con el fin de conocer los avances de la construcción y finalmente el jueves 7 de septiembre de 1950 fue inaugurado el nuevo mercado, a partir de ese día se llamaría "José Ramón Valdés" en agradecimiento al cumplimiento de la palabra empeñada por el gobernador. Con esta acción se dejaron atrás casi medio siglo de historia del viejo Mercado "Baca Ortiz", el cual había sido inaugurado en 1902 por el señor Jesús Vargas, Jefe del Partido de Mapimí y por el Jefe de Cuartel de Gómez Palacio don Juan García, ocupaba toda la manzana, era de altas paredes de ladrillo, tanto interiores como exteriores, que sostenían armazones de hierro donde cubrían techos de lámina, tenía altos y amplios ventanales colocados uno en seguida del otro en la parte de afuera, permitiendo que la luz y el aire entraran a raudales al local. Como puertas tenía ocho grandes verjas metálicas, situadas dos a mediación y una en cada esquina.

El antiguo edificio tenía tres anchos corredores interiores y pisos de ladrillo. En el primer tramo y bien ordenadas estaban las tiendas de abarrotes y enfrente las carnicerías, cajones de ropa y mercerías; en el segundo andador las verdulerías y fruterías, puestos de loza de barro, braseros, metates y molcajetes, jarcierías, correas, huaraches, huaripas, yerbas medicinales, y compra venta de fierro viejo. En el centro, formando un círculo estaban las fondas de los agachados, donde se conseguían platillos muy económicos y abundantes. El mercado tenía un reloj que marcaba las horas con alegres campanadas, estaba colocado en lo alto de una torre en la esquina de Ocampo y Victoria, protegido por un techo de láminas y a pesar de su sencillez adornaba el conjunto y poco a poco ha quedado como un símbolo de la ciudad, aún se preserva a unos metros de su lugar original presidiendo las actividades cotidianas de sus habitantes.

Con el transcurso del tiempo el actual mercado municipal ya presenta también un alto grado de deterioro, ya que a pesar de las restauraciones que se le han dado en los últimos años no han sido suficientes para instalarlo en un grado de modernidad acorde a los tiempos que vivimos, ya que el público consumidor es más exigente y busca los espacios adecuados que le brinden comodidad, seguridad y eficiencia. Se enfrentan con una poderosa competencia que procura ofrecer mayores satisfactores a su clientela, ojalá que con la participación de las autoridades, locatarios y la sociedad gomezpalatina, pueda superarse esta problemática.

La Gran Regata del Río Nazas

Los pasados días 14-15 y 16 de julio, se efectuó la LIV edición de la reconocida y tradicional competencia náutica, que con un recorrido total de 147 kilómetros se efectúa con meta de salida en Rodeo, Dgo., y de llegada en Nazas, Dgo., de donde parte el segundo día rumbo a la Presa Francisco Zarco y el tercer día sale de la Presa a la meta final ubicada en el Parque Nacional Raymundo en Lerdo, Dgo. Las tres diferentes etapas estuvieron dedicadas a personas muy ligadas por siempre a dicho evento el cual contó con el absoluto respaldo y patrocinio del Ayuntamiento Lerdense, ya que la justa deportiva lagunera ha sido considerada como un evento principalmente del

Municipio de Lerdo, donde se realiza la llegada de los competidores y se organiza una gran fiesta popular.

La primera etapa estuvo dedicada al veterano remero don Rodrigo Pérez (El Marqués de Benavides) y la segunda tuvieron la gran gentileza de brindársela a este modesto cronista por sus pasadas actuaciones como Presidente de la Asociación de Canotaje y por muchos años integrante del Comité Organizador del evento, la última etapa fue ofrecida a don Benito Pérez Castañeda constructor de las embarcaciones que surcan el Padre Nazas, Los homenajeados agradecemos por este medio al Comité Organizador que presiden: don Felipe de Jesús Salinas Mares, el Dr. Luis Rodríguez, don Alberto González, y a las autoridades municipales de Lerdo y demás patrocinadores, por el gesto de bondad y cortesía que tuvieron hacia ellos al otorgarles ese privilegio.

([email protected])

Leer más de Gómez Palacio y Lerdo

Escrito en: Crónica gomezpalatina

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Gómez Palacio y Lerdo

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1363121

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx