Opinión. Del Congreso del Estado que por su composición no tendrá mayoría priista, lo consideró como un valioso contrapeso.
El gobernador electo Miguel Riquelme Solís convoca a la unidad y a la reconciliación política en Coahuila. Pide la confianza de los ciudadanos para su gobierno y tras un proceso electoral que atravesó un período de impugnación de alrededor de 5 meses y 20 días, asegura que ganó con legitimidad y a partir del primero de diciembre gobernará para los que votaron por el, y también para quienes no lo hicieron.
Dice que trabajará para cambiar la percepción de fragmentación. "Se logrará con el transcurso de los días y el trabajo a corto plazo. Así recibí Torreón, dividido y enconado".
Miguel Riquelme precisa que ya se acabó la contienda electoral y tiende las manos a sus adversarios políticos, "pero también a todos los sectores de la sociedad, a los que no coincidieron con nuestro proyecto. Busco ahora la unidad de los y las coahuilenses. Gané en las urnas el 4 de junio y gané un proceso legal avalado el pasado viernes por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y con una votación por mayoría, qué más legitimidad quieren".
Dijo que va a trabajar de la mano de todos los alcaldes y alcaldesas sin distingo de filiación partidista, poniendo por encima de intereses ajenos, los de los ciudadanos.
Riquelme dice que "cumpliré mis compromisos de campaña en coordinación con quienes ahora son autoridades municipales electas y que entrarán en funciones el primero de enero.
Se dijo respetuoso de las instituciones y nunca haber emitido descalificativos ni para ellas ni para nadie.
Con un estado que gobernará, inmerso en una gran deuda, señala que Coahuila tiene logrado un presupuesto que de 43 mil millones de pesos este año, para 2018 será de alrededor de 48 mil millones de pesos.