Entrega. Las declaraciones patrimoniales de los funcionarios se presentan ante el Congreso, a través de la EASE.
CLAUDIA BARRIENTOS
El siglo de torreón
Las declaraciones patrimoniales y sus actualizaciones que, por ley, deben presentar los servidores públicos, no se entregan a la Secretaría de la Contraloría, por lo que no se tienen facultades para su medición y análisis; es decir, no hay forma de determinar si efectivamente "entraron siendo pobres y salieron ricos".
Así lo reconoció la titular de esta dependencia, María del Rosario Castro Lozano, quien refirió que Durango es el único estado en el que las declaraciones patrimoniales se presentan ante el Congreso, a través de la Entidad de Auditoría Superior del Estado (EASE) y no ante la Contraloría.
"Este es un elemento esencial que debe estar en la Contraloría, porque cómo sancionas servidores públicos si no tienes las declaraciones patrimoniales aquí y en razón de esta circunstancia, tendrá que analizarse en las leyes de impacto que en el sistema estatal local anticorrupción, el Congreso tendrá que reflexionar y debatir", dijo.
Inclusive, la Secretaría de la Función Pública pide la firma de un convenio para que ésta información se pueda subir a una plataforma nacional, no sólo local.
"Somos el único estado que tiene las declaraciones patrimoniales en el Congreso, el resto de las entidades los tienen en la Secretaría de la Contraloría, de ahí la importancia de que se regrese ese elemento importante a la Contraloría para poder estar en un fortalecimiento institucional que permita la transparencia y que va sujeto a procedimiento jurídico sancionatorio para aquellos que no cumplan con el alta, la modificación y como lo he dicho muchas veces, el pueblo dice 'entró pobre y salió rico', y cómo lo mido si no tengo la declaración patrimonial", señaló.
Enfatizó que el Congreso del Estado tendrá que analizar este rubro una vez que se vote el Sistema Local Anticorrupción con el fin de que se de esta atribución a la Secretaría de la Contraloría para que se le pueda dar un seguimiento.
Actualmente sólo se revisa si cumplen o no, pero la EASE no hace revisiones para constatar que lo que se plasma en la declaración es cierto, además de que estas no son públicas.
El siglo de torreón
