Se estima que, por el regreso de Luis Suárez, la cantidad de uruguayos que viajarán a ver el partido será mayor que en otras oportunidades. (EFE)
La selección de futbol de Uruguay tomará todo tipo de precauciones cuando viaje en marzo a Recife, uno de los epicentros de la epidemia de zika en Brasil, para enfrentar a la selección verdeamarela por las eliminatorias de la Copa del Mundo de 2018.
El gerente deportivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Eduardo Belza, dijo ayer a The Associated Press que "por el momento no tenemos reparos con la sede fijada" para el partido del 24 de marzo.
"Pero esto es muy dinámico y estamos muy atentos a las comunicaciones de los ministerios de salud de Brasil y de Uruguay", indicó. "Hasta ahora lo que se aconseja es que no viajen a los lugares afectados las embarazadas que cursan el primer trimestre de su embarazo".
El funcionario viajó hace unos días a Recife con el preparador físico de la selección uruguaya, José Herrera, para tomar previsiones ante el partido. Se visitó el hotel en el que se alojará Uruguay y se comprobó que tiene ventanas herméticas y un sistema de ventilación con filtros que impide el acceso de insectos al edificio.
El virus del zika es transmitido por la picadura del mosquito Aedes aegypti.
"Lo que se recomienda es usar repelentes, ropas largas y no exponerse al amanecer o al atardecer, las horas en que el mosquito está más activo", señaló Belza.
Explicó que, en ese sentido, llevarán repelente desde Uruguay, los entrenamientos se realizarán temprano en la tarde, y tendrán ropas largas, que se usarán o no según las circunstancias.
Muchas parejas de los futbolistas los acompañan a los partidos fuera de Uruguay, aunque la selección no emitió una advertencia específica para que no viajen en esta ocasión. "Los jugadores tienen toda la información necesaria", se limitó a decir Belza al respecto.
"Cuando estuvimos en Recife fuimos a los dos principales campos de entrenamiento y todos estaban con ropas cortas, y no notamos que hubiera mosquitos", agregó.