Sin rumbo. La estrategia del gobierno para el uso adecuado de residuos ha sido colocarlos en los 260 rellenos sanitarios.
Desde hace siete años, Martha forma parte de la fuerza laboral que separa residuos en el Bordo de Xochiaca, de la Ciudad de México, donde pasa hasta 12 horas al día para juntar apenas 80 pesos.
El material que vende a mejor precio es el PET, pues cada kilo vale 2.50 pesos. Sin embargo, cada vez es más escaso en el basurero, ya que las familias lo separan desde casa y lo venden por su cuenta. Para Martha, el material más abundante es el cartón, pero sólo pagan por él 30 centavos.
El país, en cambio, paga caro la falta de una cultura del reciclaje. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la degradación ambiental por el mal manejo de basura le cuesta a México 57,340 millones de pesos, que equivalen a 0.3 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Las autoridades ambientales calculan que los mexicanos generan cada día 120,000 toneladas de basura, pero reciclan sólo entre 11 % y 12 %, dice Arnold Riclade, ambientalista y director de la asociación civil Organi-K.
Un mexicano genera en promedio 1.2 kilogramos de residuos sólidos urbanos (RSU) al día, y hasta 2.5 kilogramos en algunas zonas, dice el ambientalista.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) incluso advierte que en los últimos 15 años aumentó más de tres veces la producción de desechos por habitantes, pero sólo 46 de cada 100 hogares separan la basura, según el Inegi.
Para Ricalde, el rezago en el manejo adecuado de residuos se debe a que no hay incentivos, infraestructura necesaria ni responsabilidad compartida de todos los sectores para lograr mejores condiciones en el reciclaje.
"Lo preocupante es que la cantidad de residuos plásticos y unicel ha aumentado brutalmente", dice. "También se ha incrementado el volumen de los los residuos electrónicos, como celulares y computadoras".
UN NEGOCIO DESPERDICIADO
En el negocio del reciclaje participan 2 mil 700 empresas y 4 millones de pepenadores, de acuerdo con el Instituto Nacional de Recicladores (Inare). En conjunto, sus operaciones tienen un valor estimado en 100,000 millones de pesos al año, de acuerdo con Sistema de Administración Tributaria (SAT).
No es poco. Ese monto es suficiente para el mantenimiento de todas las carreteras (102 mil mdp, de acuerdo con la SCT), y casi equivale al costo de instalación de toda la fibra óptica en el país (130 mil mdp, según el Plan Nacional de Infraestructura).
"Es una actividad productiva que empieza desde lo más elemental, como recoger una lata, hasta lo más sofisticado en el mercado de los commodities, en el London Metal Exchange", dice Alejandro Heredia, integrante de la Comisión Fiscal del Inare.
Para incrementar su valor, los desperdicios pasan por un procedimiento físico o químico, de acuerdo con el material. Éste va desde la separación, la criba o la fundición, hasta su transformación en un material útil y limpio para las industrias.
Todo este proceso genera empleos y contribuye a una cultura sustentable, asegura Heredia.
Es una industria tan compleja, dice, que "al gobierno se le va de las manos" en términos recaudatorios. Por eso, no soslayó la oportunidad de obtener recursos de este sector que involucra principalmente a tres industrias: automotriz, alimentaria y de la construcción.
En la industria del motor, por ejemplo, el aluminio es un material muy apreciado para la fabricación de vehículos. Su demanda ha aumentado a partir de la instalación de nuevas plantas, de marcas como Nissan-Renault, Honda, Mazda, Audi, Mercedes-Benz, Hyundai y BMW.
La ley de la oferta y la demanda condiciona el precio en el mercado de valores internacional. Por ello, en un mismo día el precio por kilo de latas puede cambiar para el vendedor de primera mano.
Arnold Ricalde, sin embargo, considera que es un negocio desperdiciado.
¿DÓNDE TERMINA LA BASURA?
A pesar del volumen de residuos sólidos urbanos que produce el país, sólo 13 de los 32 estados realizan su recoleccio→ n selectiva, de acuerdo con el Programa Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Promarnat). El resto hace recolección mixta, lo que dificulta su aprovechamiento por la falta de sitios para su adecuado tratamiento y disposición.
Del total de residuos sólidos urbanos enviados a disposición final, se calcula que poco más de la mitad (61 %) llegó a los rellenos sanitarios o sus equivalentes, 16 % se dispuso en tiraderos a cielo abierto, 11 % se recuperó y del resto se ignora su destino final, de acuerdo con el Promarnat.
La estrategia principal del gobierno para el uso adecuado de residuos ha sido colocarlos en los 260 rellenos sanitarios que hay en el país.
Los residuos peligrosos que se generan en el país, principalmente en las industrias química, metalúrgica y automotriz, pueden representar un problema importante de salud pública y ambiental cuando se manejan inapropiadamente, advierten las autoridades ambientales.
La estimación más reciente disponible considera que entre 2004 y 2011, México generó 1.92 millones de toneladas de residuos peligrosos.
Según este análisis, el Sistema de Sitios Contaminados (SISCO) tiene registrados 582 sitios de riesgo en el pai→ s, y los estados de Guanajuato, Veracruz y Querétaro son los que poseen el mayor numero.
Del total de sitios, 55 % se origino por disposición de residuos, 13% por actividades mineras, 11 % industriales y 3.4 % por extracción de petróleo y sus derivados. Hasta la fecha, 1.5 % de los sitios ha sido remediado, 3.4 % está en proceso de remediación y 95 % no ha sido atendido.
LEYES SON INSUFICIENTES
Algunas de las principales causas que impiden el reciclaje son la falta de separación en los hogares y empresas, poca infraestructura y la poca responsabilidad del gobierno para hacer políticas públicas en la materia, advierte el ambientalista Arnold Ricalde.
Ricalde, por su parte, considera que son necesarios recursos para crear la infraestructura necesaria y canales de recolección de acopio para duplicar la cantidad de residuos sólidos reciclados. Para ello, advierte, "las empresas podrían apoyar más".
El ambientalista afirma que un grupo de expertos en la materia retomará la discusión sobre nuevos instrumentos legales que podrían incluirse en la Ley General para la Prevención y Manejo Integral de Residuos Sólidos, que se discutió en la legislatura pasada.
"Actualmente, ni siquiera hay instituciones sólidas que vean el tema de residuos. Creemos que esta ley ya es obsoleta, y por eso buscamos un nuevo marco regulatorio que obligue a todos los sectores a tener mayor responsabilidad en el tema", asegura.
Esta propuesta incluye una separación más estricta de residuos para que no sólo se distinga lo orgánico de lo inorgánico, sino que se incluya una nueva fracción de reciclables. También considera la creación de cooperativas de pepenadores para darles un trato y empleo dignos.
"Gran parte de lo que se recicla en México es gracias a los trabajadores de limpia, que son los verdaderos recicladores", dice Ricalde. Sin embargo, "nadie los reconoce y la mayor parte del tiempo están trabajando de manera voluntaria y sin seguridad de ningún tipo".
Ricalde explica que la propuesta también busca que las empresas que generan más residuos amplíen sus cadenas de reciclaje y se establezcan incentivos fiscales que la gente pueda ver como oportunidad.
Sin embargo, afirma, algunas cámaras empresariales, especialmente la del plástico, no están de acuerdo con la propuesta. Pese a ello, dice, la propuesta está lista para ser aprobada.
MILLONES
De pepenadores laboran en nuestro país.
