Tras la independencia de América de las potencias europeas, éstas, acostumbradas a vivir lujosamente gracias a sus colonias ultramarinas, volvieron los ojos al continente africano y decidieron que él sería la siguiente presa de sus lujurias de poder y riqueza. Así, toda el África pasó a formar parte de las coronas europeas y de ahí se extraían materias primas y esclavos; principalmente Inglaterra y Francia ocuparon grandes extensiones. Bélgica, poseía el Congo, un territorio ochenta veces mayor que ella. La explotación continuó hasta después de la Segunda Guerra Mundial y el dominio europeo fue absoluto.
La descolonización de África se realizó por diferentes medios, desde pacíficos hasta guerras sangrientas, pasando por referéndums. En la actualidad casi todos los países africanos se han independizado y es ahí donde empieza la fase más terrible de su vida sociopolítica y económica. Ya sin el control europeo, las nuevas naciones sucumbieron en manos de dictadores corruptos que se sentían amos, señores, y hasta dioses dentro de su territorio. Cambiaron el dominio extranjero por una tiranía nacional, más cruenta que la colonial; estos déspotas fueron conocidos como "La Nueva África"; opresores que hicieron sentir su poder a sus ciudadanos, endeudaron a su patria, mataron infinidad de personas y no rendían cuentas a nadie.
Ejemplos típicos de esa "Nueva África" fueron: en Egipto, puerta de entrada al continente a través de la muchas veces "Heroica" Alejandría, "Su Majestad, Faruq, por la gracia de Dios, rey de Egipto y de Sudán, soberano de Nubia, Kordofan y Darfur". Faruq mantuvo una vida excesivamente lujosa y pródiga en despilfarros, sin considerar el hambre y pobreza que sufrían la mayoría de sus súbditos; gustaba de automóviles exclusivos; su esposa compraba joyas y ropa muy cara que le pagan algunos amigos de Faruk; él era cleptómano; se proclamó amigo y descendiente de Mahoma y aseguraba que el profeta lo cuidaría siempre; en 1952 fue derrocado y muchos de sus bienes confiscados; huyo a Italia donde vivió con lujos gracias a sus inversiones en Europa; falleció en 1965 por un ataque al corazón debido a su excesiva obesidad; pesaba 140 kilos.
En Uganda reinó Su Excelencia el presidente vitalicio, mariscal de campo Alhaji Dr. Idi Amin Dada, su gobierno se caracterizó por el abuso flagrante de los derechos humanos; la represión a quienes no simpatizaban con él; los asesinatos extrajudiciales por su policía; el nepotismo, la corrupción y la mala gestión económica; endeudó a su país enormemente. El número de víctimas fue muy alto de acuerdo con estimaciones de observadores internacionales y grupos de derechos humanos; víctimas que él jamás reconoció alegando que sólo eran unos cuantos. A Idi Amin se le acusó de estar implicado con el contrabando de marfil y oro; también de querer prolongar su gobierno a través de su familia.
Otros casos similares son: Mobutu Sese Seko, de El Congo; ha sido descrito como el arquetipo de dictador africano; se dedicó a robar el erario de su país; en 1984 su fortuna ascendía a 4.000 millones de dólares estadounidenses, la mayor parte de los cuales estaba en bancos suizos. Esta suma era casi igual a la deuda externa del Congo en ese momento. Robert Mugabe de Zimbabue; quien se mantuvo en el poder por medio de fraudes electorales; despilfarrador de los bienes de su país, se le acusó internacionalmente de celebrar su cumpleaños junto con miles de seguidores en una lujosa fiesta. El fastuoso menú de dicho evento, cuyo costo excedió los 250 000 dólares, incluyó champán, coñac, langosta, caviar, pato y deliciosos quesos. La fiesta coincidió con el pedido de Zimbabue a otras naciones de 2000 millones de dólares para restaurar los sistemas de salud, educación y aguas del país, alegando contar con una acreditación crediticia internacional.
El sistema político mexicano del siglo XX se caracterizó por el poder de un solo individuo que lo era todo: el presidente de la república. Figura inmensa generada por Plutarco Elías Calles, quien lo mismo formó el partido que sería el instrumento de ese sistema, que conformó los procesos para que dicha estructura se mantuviera firme, sin sorpresas ni alteraciones. Los gobernadores de los estados, designados por el ejecutivo federal, eran simples sátrapas, virreyes, agentes del presidente, con muy limitado poder ya que todo confluía en el señor, primero del Castillo de Chapultepec y luego de "Los Pinos". Esta costumbre convertida en ley absoluta no escrita se mantuvo sólida hasta 1994 con Carlos Salinas de Gortari y de ahí empezó a resquebrajarse para caer totalmente en el año dos mil con la llegada de un presidente de partido diferente. Fue entonces cuando los antiguos siervos del poder central, sintieron que podrían brillar con luz propia y se apoderaron de sus ínsulas, convirtiéndose en amos absolutos, seguros de ya no tener que rendir cuentas a nadie, ellos ahora manejarían los estados a su antojo y, aunque mantienen una línea partidista central, la única voluntad dentro de la entidad sería la suya. Así designan lo mismo alcaldes que sucesores; imponen tributos a su antojo, contraen deudas transgeneracionales inmensas e impagables y viven como si fueran el rey Midas. Son tan poderosos que cuando regresó a la presidencia de la república uno de su partido, les reconoció su absoluto valor y los llamó "El Nuevo PRI" y en esta generación de cabezas de rata y ya no colas de león, conviven políticos de otros partidos, diferentes en color pero semejantes en maestrías y habilidades, e idénticos en cleptocracia y argucias demagógicas y colmillos afilados.
Deseo y espero clarificar en esta metáfora que significa "Nueva y Nuevo"; sólo resta mencionar que la desesperación del PRI es inmensa, no puede perder el gobierno porque se descubriría, como ya está sucediendo, toda su perversión y para evitarlo es capaz de todo; hasta de invertir miles de millones de pesos en compra de votos y de conciencias.
