La tensión que se ha generado entre los policías y las comunidades afroamericanas y latinas es una constante. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Dallas amaneció en una tensa calma. El centro de la ciudad está semivacío y muchas personas han decidido permanecer en sus hogares.
Guillermo, lagunero que radica en aquel lugar desde hace varios años, ha observado estos hechos y no encuentra palabras para definir la situación, "es difícil de explicar".
De camino a su trabajo se puede observar un fuerte dispositivo de vigilancia "igual que cuando pasó lo del 11 de septiembre".
"Se siente la tensión en la ciudad...un ambiente muy raro".
Los hechos violentos ocurrieron a unas cuadras del trabajo de Guillermo.
La tensión que se ha generado entre los policías y las comunidades afroamericanas y latinas es una constante.
"Siempre ha sido así desde que estoy aquí, desafortunadamente a nosotros nos ven como ciudadanos de segunda clase", dijo.
Sin embargo aún hay esperanza de que pueda haber una mejor relación entre todos.
"Aunque todavía se vive mucha discriminación, las cosas por muy malas que parezcan han mejorado mucho", agregó.
HECHOS VIOLENTOS
El alcalde de Dallas, Mike Rawlings, actualizó la cifra de víctimas de la matanza de anoche en Dallas (Texas), que se saldó con 14, entre las que hay cinco policías muertos y nueve heridos, de los que siete son agentes y dos son civiles.
Hasta ahora, se sabía que había cinco agentes muertos y otros seis habían resultado heridos en lo que ya se considera como la peor matanza de policías registrada en Estados Unidos desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Uno de los atacantes fue abatido, con lo que el número total de muertos es de seis.