Tal y como lo hizo la primera vez, el pianista Juan Pablo Horcasitas se presentó anoche junto a la Camerata de Coahuila para engalanar el décimo concierto de la temporada de la orquesta. (ÉRICK SOTOMAYOR)
Con una vibrante obra del joven compositor mexicano Jaime Ruiz Lobera, quien además es parte del equipo de la Camerata de Coahuila, Aventura 1492; dio inicio anoche en el Teatro Nazas, el décimo programa de la temporada de la orquesta coahuilense; dedicado a cuatro autores del continente, una obra breve de mucho color que evoca el encuentro de dos mundos.
Luego de la introducción apareció en escena el pianista mexicano Juan Pablo Horcasitas, solista invitado al décimo programa. Conocedor de la obra de su compatriota y amigo, Samuel Zyman, el pianista mexicano inició con seguridad y potencia la fluidez del primer movimiento del Concierto para Piano y Orquesta de Cámara.
Ser conocedor y promotor de esta obra en particular, no sólo le permitió al maestro Horcasitas, presumir gran técnica, sino ofrecer una particular interpretación de los colores de la obra; con un segundo movimiento fluido y muy bien dialogado particularmente con los alientos.
La lectura de ese vigor rítmico de la obra de Zyman, se hizo más notoria en el tercer movimiento del concierto, donde el solista invitado conjugó no sólo la velocidad del movimiento, con una habilidad al momento de digitar, sino también la realización de una lectura acertada de la orquesta bajo la dirección del maestro Ramón Shade.
Tres movimientos de gran lectura realizó anoche el pianista mexicano. Un retorno a la orquesta que lo invitó a tocar por primera vez como solista, y ahora lo ve no sólo más maduro sino con un estilo y lenguaje propio de interpretación.
Como despedida de un afectuoso público lagunero que lo ha visto crecer como solista, en su tercera visita a la región para tocar con la orquesta coahuilense, el maestro Horcasitas se despidió con un encore de Rajmáninov, movimiento lento, nostálgico y profundo, que contrastó con la obra anterior.
Un recorrido por los ritmos del continente con los Tres Esbozos Latinoamericanos, de Aaron Copland, continuaron el programa. Entre el paisaje mexicano y sus ritmos, la orquesta tuvo una gran interpretación de la obra de uno de los compositores recurrentes en sus temporadas.
El cierre del décimo programa tuvo como invitado al compositor mexicano Eduardo Ángulo y su Suite Mexicana, con el color propio del jarabe colimeño que presenta en su primer movimiento. En la serenata lucieron particularmente las cuerdas, aunque también hay que destacar la participación de las percusiones de la Camerata.
