Desde que Morales llegó a la Presidencia por primera vez en 2006, es casi una formalidad que sus ministros presenten una dimisión colectiva al inicio de un nuevo año en la gestión de Gobierno para permitir al mandatario formar un nuevo equipo. (ARCHIVO)
El presidente boliviano, Evo Morales, confirmó hoy que prevé realizar cambios en su gabinete de ministros en enero de 2017 para, según dijo, "dar oportunidad" a otras personas que "quieren prestar servicio" al país.
El mandatario hizo el anuncio en una rueda de prensa en Cochabamba (centro), en la que aseguró que los ministros que le acompañan actualmente conforman "un gabinete de confianza".
"Pero siento también que es importante dar oportunidad a otros hermanos. En el gabinete siempre se aprende, yo aprendo bastante de cada ministro y ministra. Sí va a haber cambios, de seguro que va a haber cambios, veremos eso el día 23 de enero", indicó.
Desde que Morales llegó a la Presidencia por primera vez en 2006, es casi una formalidad que sus ministros presenten una dimisión colectiva al inicio de un nuevo año en la gestión de Gobierno para permitir al mandatario formar un nuevo equipo.
La dimisión suele ocurrir en torno al 22 de enero, el aniversario de la primera investidura del mandatario, que solamente ha ratificado al gabinete en pleno en dos ocasiones, en 2013 y 2016.
Los titulares de Exteriores, David Choquehuanca, y de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce, son los únicos que no han sido relevados en los casi once años de gobierno de Morales.
En los últimos meses, diversos sectores sociales, incluidos los afines al Gobierno, han planteado hacer ajustes en el gabinete ministerial para el 2017.
Las autoridades que están en la mira son las vinculadas con el sector aeronáutico, por los problemas detectados en las entidades reguladoras de la aviación civil, cuyo mal desempeño es ahora considerado como uno de los factores del accidente de la aerolínea boliviana Lamia en Colombia que dejó 71 muertos.
También han sido cuestionados los funcionarios responsables de los servicios básicos por la crisis del agua que tiene La Paz, con cortes en el abastecimiento desde el pasado 8 de noviembre.
Morales insistió en que los cambios que hará en el gabinete son para "dar oportunidad a otros hermanos que quieren prestar servicio" al país.
Defendió que ninguno de sus exministros dejó el cargo siendo "dueño de bancos, de empresas o terrateniente" como, a su juicio, ocurría en los gobiernos anteriores.
No obstante, admitió que le "duele mucho" que dos de sus exministras, Julia Ramos y Nemesia Achacollo, "estén en la cárcel".
Ramos y Achacollo están en prisión dentro de las investigaciones por supuesta corrupción en la administración de un fondo estatal para financiar proyectos indígenas.
