Gabriela Casale, síndico de vigilancia, acusó al tesorero, Enrique Mota, de trabajar en la informalidad en cuanto a la venta de chatarra, pues aunque se le ha solicitado que de a conocer el contrato, hasta el momento lo ha ocultado.
Consideró extraño que el Ayuntamiento no cuente con una copia de este contrato, además de que se supone que es entre Resilasa y el Municipio, pero el documento está en poder de Grúas Laguna.
Señaló que desde el 2014 lleva un seguimiento del tema de los vehículos que se encuentran en el corralón municipal, que está ubicado en Grúas Laguna, pero desde que se hizo el primer intento de extraer esas unidades, no se ejecutó el contrato.
"Yo comenté que fue un contrato a modo porque al que se le asignó no le convino y no ejecutó los trabajos, sin ninguna penalización ni nada, entonces se cierra el compromiso y se abre uno nuevo, yo lo he estado solicitando desde el 2015 el nuevo contrato, vuelve a ser a la misma empresa, Resilasa", explicó.
La síndico refirió que se solicitó en la comisión al tesorero que diera a conocer el nuevo contrato, pero hasta el momento se ha ocultado, por lo que se ha solicitado por diversos medios, desde el verbal, por oficio, en el portal de transparencia, etc.
"Luego dice el tesorero que el contrato lo tiene el señor de Grúas Laguna, pero que anda fuera del país, entonces hasta que regrese me lo puede dar, ese día que dijo que llegaba tampoco me lo dio", comentó, "por transparencia, me hace llegar el tesorero un oficio donde le pide el contrato al señor de Grúas Laguna".
