Hoy martes 26 de octubre arranca la Serie Mundial de este año. Se enfrentarán Astros de Houston por la Liga Americana contra Bravos de Atlanta por la Liga Nacional. Se trata de la máxima competencia entre peloteros del mejor beisbol del mundo. Grandes emociones, como por lo general sucede cada año, esperan a millones de aficionados alrededor del planeta. Y por supuesto en nuestro país.
Desde hace cuando menos siete décadas, la afición mexicana a la pelota ya seguía “en tiempo real”, como ahora se dice, las incidencias de los juegos de la Serie Mundial. Memorables son aquellas formidables transmisiones radiales a las que el principal patrocinador daba el nombre de “La Cabalgata Deportiva Gillette”. La crónica la encabezaba el que es, quizá, el mejor narrador de beisbol en español de todos los tiempos: Bob Canel, con su sonora voz en castellano e inconfundible acento caribeño, durante años las transmitió y llevó de compañeros a Eduardo “Lalo” Orvañanos, mexicano de Torreón, y al venezolano Musiú Lacavalerie. ¡Toda una época!
Con la llegada de la televisión a México ya fue posible ver los juegos de Serie Mundial, aunque no en vivo y en directo sino de manera diferida. Uno o dos días después los veíamos a través de la pantalla chica, ya con escaso interés por conocer de antemano el resultado y demás incidencias del juego.
La primera emisión televisiva procedente de EUA vista en directo en México ocurrió en noviembre de 1963. Fue el funeral de John F. Kennedy. Y la primera Serie Mundial que acá seguimos en directo fue la de 1964, que los Cardenales de San Luis ganaron a los Yanquis de Nueva York.
Hará alrededor de diez años, en reunión de la Peña Beisbolera del (ex) DF, el siempre entusiasta Pablo Hernández Ruas, mi compadre, cubano de nacimiento, nos comentó que él vio por televisión en vivo en su pueblo de Majagua, entonces provincia de Camagüey, aquella sensacional e inverosímil atrapada de su paisano Edmundo “Sandy” Amorós en la Serie Mundial de 1955. Con gesto de incredulidad, los peñistas nos volteamos a ver las caras y Pablo lo notó. Nos explicó entonces que para hacer llegar las transmisiones de la Serie Mundial a su patria se formaba algo así como una cadena de helicópteros desde la Florida hasta Cuba. Más nos convencimos de que nos estaba tomando el pelo.
Pero cuál no sería mi sorpresa cuando algún tiempo después, al leer esa monumental obra titulada “La gloria de Cuba. Historia del béisbol en la Isla”, escrita por Roberto González Echevarría, cubano, reconocido académico de la Universidad de Yale, él ahí confirma lo aseverado por nuestro amigo Pablo Ruas.
Escribe González Echevarría lo siguiente: “La primera vez que los juegos de la Serie Mundial se transmitieron por televisión a Cuba, fue mediante un avión que sobrevolaba el Estrecho de la Florida con antenas de relevo”. Recuerda el académico y crítico literario haber visto también en su pueblo, Sagua la Grande, la espectacular atrapada de Sandy Amorós y el año siguiente, en 1956, el juego perfecto lanzado por Don Larsen (p. 489).
En México, a partir de hoy, tendremos un menú de tres canales para ver por televisión la Serie Mundial. Tres narraciones diferentes. La de ESPN con cronistas de República Dominicana, Venezuela y México: Ernesto Jerez, Luis Alfredo Álvarez y Guillermo Celis, respectivamente. La de Fox con narradores mexicanos: Gabriel Medina y Ernesto del Valle. Con cronistas también mexicanos la de Televisa, a saber: Antonio de Valdés, Enrique Burak y José Segarra. Por radio, se podrán seguir en español por internet las crónicas de Francisco Romero de los Astros de Houston, y de Daniel Cantú de los Bravos de Atlanta, ambos mexicanos.
Diferentes estilos, que para todos los gustos hay. ¡A disfrutar la Serie!
