Rescate. Mineros se apresuraban a apoyar en las labores de rescate de sus compañeros. (AP)
Al menos 17 trabajadores murieron ayer en la explosión ocurrida en una mina de Donetsk, ciudad del este de Ucrania castigada por la guerra y cuya población aún está pendiente de la suerte de los otros 16 mineros que siguen bajo tierra. "La explosión fue un accidente y no producto de un ataque de artillería", se apresuró en tranquilizar a la población Yuliana Bedilo, portavoz del llamado Ministerio de Emergencias de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), entidad separatistas prorrusa que controla esta zona del este de Ucrania. Los equipos de rescate del Gobierno separatista informaron de que han subido a la superficie los cadáveres de 17 mineros, mientras prosiguen la búsqueda del resto de trabajadores.
El Gobierno de la región homónima leal a Kiev, que ha instalado su capital alternativa en Mariúpol, a 110 kilómetros de Donetsk, ha confirmado por el momento sólo diez muertos.
Quince mineros fueron rescatados con heridas de diversa gravedad, seis de ellos con quemaduras de distinto grado, mientras que 192 salieron aparentemente ilesos.
El jefe del Centro de Quemados de Donetsk, Emil Fistal, informó de que uno de los mineros trasladados a su unidad "se encuentra en estado crítico, ya que sufre de hecho quemaduras en todo el cuerpo y en las vías respiratorias, ahora mismo está en coma".
"Otros tres están graves, tienen quemaduras en el 70-80 por ciento del cuerpo y también en las vías respiratorias", explicó el médico.
La explosión en la mina Zasiadko -una de las explotaciones hulleras más importantes de Ucrania, inaugurada en 1958, en tiempos soviéticos- se produjo a las 05:30 hora local (03:20 GMT), según el Gobierno regional leal a Kiev, que ha abierto una investigación penal sobre las circunstancias del accidente.
El líder del Sindicato Independiente de Mineros de Ucrania, Mijail Volinets, informó de que el accidente se debió a una explosión de gas metano.
El primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, denunció que los separatistas han impedido el acceso a la mina de 60 operarios de los servicios de rescate ucranianos y exigió a Rusia que ordene a las milicias prorrusas permitir su entrada a la zona de la tragedia.
Kiev considera que los rebeldes son marionetas de Moscú, a la que acusan de participar directamente en el conflicto, incluso con tropas regulares, y consideran que Rusia puede influir en todas las decisiones de los prorrusos.
La mina Zasiadko tiene un largo historial de accidentes: el mayor de los que se tiene conocimiento se registró el 18 de noviembre de 2007, cuando murieron 101 trabajadores.
Fueron rescatados con heridas de gravedad.
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