
Empresario. El pasado lunes por la tarde, falleció el conocido empresario, don Salomón Issa Murra. (ARCHIVO)
Salomón Issa Murra, reconocido empresario en la región y el país, fundador del grupo SIMSA, murió el pasado lunes a la edad de 74 años de edad, en esta ciudad que lo vio nacer.
De padres inmigrantes libaneses, don Salomón mostró desde su niñez el gusto por el comercio, donde sobresalió debido a su constancia y las enseñanzas de su padre.
A lo largo de su vida fundó varias empresas exitosas dentro del grupo SIMSA, en especial las relacionadas con el gas LP y el gas natural, no sólo en la región, sino en distintas partes de la República Mexicana. En las diversas empresas hay más de cinco mil empleados.
Tras laborar en la venta de ropa en los mercados, don Salomón comenzó a incursionar en la venta de gas y sus inicios fueron con un carro de mulas.
Poco a poco comenzó a crecer su negocio, pero necesitaba capital para invertir en la infraestructura. Por las pláticas de don Salomón en vida, en aquellos años solicitó a un prestamista dinero, quien incluso se asoció, pero luego terminó la sociedad y le pagó, continuando él con su crecimiento.
Entre las innumerables anécdotas, contaba que en su infancia y juventud le ayudaba a su papá en la tienda que tenían en el Centro de la ciudad y cuando algún cliente pedía algo que no tenían, su padre lo enviaba a la "bodega" por la mercancía, pero él ya sabía y se dirigía a comprar el artículo en otra tienda y regresaba cantando en árabe. Le estaba diciendo cuánto había costado el artículo para que su padre fijara el precio al cliente.
Ya con sucursales en varias partes del país, en una ocasión tuvo que llegar a Guadalajara porque el avión fue desviado a ese lugar por mal tiempo y como había una evento internacional, no encontró habitación en ningún hotel, así que fue al negocio que tenía en esa ciudad para pasar la noche, aunque ya era tarde y sólo se encontraba el velador.
Don Salomón llegó en un taxi a las instalaciones de la empresa y tras identificarse, el velador le contestó: "discúlpeme, pero yo no lo conozco" y no lo dejó entrar. El empresario tuvo que pasar la noche en el taxi, pero no despidió al trabajador "que sólo hacía su trabajo", contaba.
De niño, era muy inquieto y de varios colegios lo expulsaron. Una maestra le dijo, "Ay Salomón, ¿qué irá ser de ti si no quieres estudiar?".
A Don Salomón le sobreviven su esposa, Miriam Tafich de Issa, así como sus hijos, Salomón, Nesim, Miriam, Emely y Marlene.