
Lumbersexual: el regreso del “macho alfa”
Lo único seguro de las modas y las tendencias es que cambiarán algún día, y en ese sentido los llamados “metrosexuales” tenían los días contados. Aquella imagen bien cuidada y aseada del hombre moderno iba a quedar atrás para dar paso a una nueva especie masculina, el “lumbersexual”. Lo de ahora es aparentar rudeza, proyectar al máximo todos los atributos que definen la virilidad, parecer un auténtico leñador en medio de la ciudad.
Los últimos años han sido clave para que las redes sociales difundan nuevas modas entre la población, sin duda alguna los llamados “hipsters” fueron ocupando un gran espacio entre los gustos de los hombres y mujeres jóvenes de las grandes ciudades, sin embargo, esto era sólo el comienzo de una nueva 'gran moda masculina': los lumbersexuales.
El término, proveniente del inglés, se refiere a los llamados lumberjack (leñadores), sujetos que hacen todo el esfuerzo posible por parecer desenfadados, relajados, rudos, desaliñados y extremadamente varoniles, una contestación a la moda de los muy cuidados metrosexuales de los noventa y primera década de este siglo.
Las pasarelas, redes sociales y hasta especialistas en sexualidad han logrado detallar bien lo que debe ser o parecer un lumbersexual; elementos que van desde la ropa y los accesorios hasta la actitud en público.
EL ARMARIO DE UN LUMBERSEXUAL
En general, la vestimenta de esta nueva moda exclusiva de los hombres es muy similar a la de los hipsters: pantalones de mezclilla descuidados, cinturones de cuero y botas de trabajo; mientras más rudo sea el calzado será mejor. Sin embargo, las camisas a cuadros son un elemento fundamental; desabotonadas y desfajadas, deben de ser parte insustituible de esa vestimenta tipo leñador.
A simple vista, un lumbersexual puede parecer tener una enemistad con el baño y los productos de limpieza, sin embargo, gasta una considerable cantidad de tiempo en cuidar su peinado, su piel y también usa lociones agradables. No obstante, la madre de todas las virtudes de uno de estos nuevos hombres será la barba, mientras más abundante, robusta y oscura sea, mucho mejor.
De pronto, la barba de los hombres se convierte en algo tan preciado y distintivo como la melena de los leones, el vello facial será un elemento digno de presumirse y por ningún motivo deberá ser sometido a una afeitada; los verdaderos lumbersexuales tienen barbas largas y bien marcadas en sus rostros.
CUESTIÓN DE APARIENCIA
En el plano psicológico, una apariencia ruda demanda una actitud igualmente ruda, quienes forman parte de esta nueva tendencia tienen que dar una apariencia de poder desempeñar cualquier actividad masculina en todo momento, que su aspecto sea entendido de tal forma que brinde una impresión de virilidad total; si en realidad el lumbersexual no puede levantar un ladrillo no será tan importante, la apariencia está primero.
Al salir de fiesta o de paseo, la moda sigue con estos nuevos “machos alfa”, tragos suaves y cocteles se encuentran prohibidos, en cambio las bebidas como la cerveza, el whisky y el tequila serán los predilectos. Sus gustos musicales pueden variar mucho, aunque uno de los denominadores comunes será lo “fuera de lo normal”, bandas con pocos seguidores o con un sonido no tan convencional.
A pesar de que se tienen algunas similitudes con los hipsters, no se aceptan como tal y prefieren evitar ser encasillados, aunque en el fondo saben bien la forma en la que deben vestirse y actuar, igual utilizan redes sociales como Youtube, Instagram y tienen conocimientos detallados sobre los gadgets de moda, principalmente los de la marca Apple.
UNA MODA LUCRATIVA
Esta nueva tendencia no ha pasado desapercibida por el mundo de la moda, pues las nuevas colecciones de grandes diseñadores dedican cada vez más esfuerzos por llenar el nicho que ha causado el furor por los lumbersexuales; chaquetas de cuero, camisas de cuadros de todos los colores y variedades posibles y botas de apariencia de montañés son relanzadas cada temporada. Lo nuevo, lo de hoy, es vestir al hombre rudo.
El final de los metrosexuales y de los hombres con apariencia fina será algo difícil de ver debido a la gran variedad de gustos en todas las sociedades, como también lo será el saber si los lumbersexuales tendrán un impacto similar o mayor al de otras modas que han surgido a través del tiempo.
“Lo importante con este tipo de tendencias es que los jóvenes, sobre todo, no pierdan de vista su propia personalidad, que en esta búsqueda por pertenecer a un grupo de su sociedad se conviertan en algo que realmente no son… todo tiene que tener siempre un grado de prudencia para poderse disfrutar a plenitud, saber nuestros propios límites”, propone la psicóloga Elizabeth Martínez.
La especialista pide que más allá de seguir una moda se valoren los aspectos “útiles” para la convivencia entre cada uno de los círculos en los que se desarrolla una persona, que se tomen en cuenta aspectos humanos que vayan más allá de una simple clasificación de 'metro' o 'lumber' sexuales.
REFLEXIONES SOBRE MASCULINIDAD
Analizada desde otras perspectivas, social, antropológica y psicológica, por ejemplo, la aparición de diferentes modas masculinas, en este caso la lumbersexual, podría concebirse como una señal de la necesidad de los hombres de construir una nueva masculinidad más apegada a la vida moderna, una respuesta ante los cambios paradigmáticos que ha habido en cuanto a los modelos de género establecidos desde siglos pasados.
Desde hace mucho tiempo, en la mayoría de las sociedades, el modelo de masculinidad predominante se había caracterizado, con algunas variantes, por ser básicamente sexista y homofóbico. Un modelo en el que para ser considerado un digno representante del género había que ser activo, jefe de hogar, proveedor, responsable, autónomo, decidido y fuerte, además de no tener miedo, no expresar sus emociones y buscar la autorrealización en la vida pública, en la calle y el trabajo.
En el plano de la sexualidad, el modelo del 'auténtico macho' prescribe la heterosexualidad. Sin embargo la sociedad ha cambiado, y aunque todavía falta un gran camino por recorrer, no cabe duda de que se ha avanzado en términos de tolerancia a la diversidad sexual, incluso la forma de ejercer la heterosexualidad actual no es la misma de antaño.
El estudio El sexo y el hombre moderno, realizado por Bayer Healthcare, revelaba en 2006 que los varones en México tendían cada vez más a preocuparse por satisfacer sexualmente a su pareja, a mostrar mayor interés en aspectos que puedan afectar su vida íntima, así como mayor disposición a pedir ayuda en caso de sufrir una disfunción. Actitudes que un hombre de dos o tres generaciones anteriores podría considerar inapropiadas para un macho.
Aunque en el exterior los lumbersexuales encajan en el estereotipo dictado por el pasado, la verdad es que en cuanto a su sexualidad, estos hombres avanzan en un camino de experimentación y apertura hacia una vida sexual más plena y una masculinidad no limitativa.
Correo-e: @betoiturria