El Reino de Emmanuel Carrère, es uno de los libros que marcaron a este año. (ARCHIVO)
El fanatismo, la crisis, la realidad política o la memoria se han colado en los libros publicados en 2015, ya sea narrando el lado menos visible de la mencionada crisis, la violencia generada, las relaciones de poder o el sometimiento.
Para demostrar lo anterior, aquí la primera parte del recuento de los libros que marcaron al año.
1.- El Reino (Anagrama), de Emmanuel Carrère.
A medio camino entre la ficción, la autobiografía, la historia y las aventuras, este libro de Carrère es una de las obras más ambiciosas de este 2015. Una monumental joya, con retazos de humor y un libro diferente sobre la fe y los orígenes del cristianismo, sobre Jesucristo, san Pablo y san Lucas.
2.- Farándula (Anagrama), de Marta Sanz.
Ganadora del premio Herralde de Novela 2015, Farándula esconde una mirada crítica y punzante sobre la sociedad a la que interroga e incomoda Marta Sanz (Madrid, 1967) a través del mundo del teatro, un gremio maltratado, como representación del mundo en general.
3.- Sumisión (Anagrama), de Michel Houellebecq.
Es una novela rodeada de polémica, como casi todos los libros del autor francés y premio Goncourt. Sumisión, que fue acusado de islamófobo, es una historia de política ficción que transcurre en una Francia regida por un presidente islamista en 2022.
4.- Dos años, ocho meses y veintiocho noches (Seix Barral), de Salman Rushdie.
Un libro muy esperado del autor de Los versos satánicos y un claro homenaje a Las mil y una noches. Una obra rica, "loca y divertida", como dice el propio autor, plagada de historias y con el hilo común de mostrar la dicotomía y lucha entre fe y razón, entre el fanatismo religioso y la filosofía.
5.- El comensal (Caballo de Troya), de Gabriela Ybarra.
Un sorprendente y aclamado debut de la autora española, que creció con la cotidianeidad de la amenaza terrorista y la costumbre de no hablar de ciertas cosas, como el asesinato de su abuelo a manos de ETA; un hábito que le llevó a "callar el dolor" hasta que, la muerte de su madre por cáncer en 2011, liberó ese silencio, que vertió en este fascinante libro.