Las mujeres también ríen

¿Ha escuchado hablar del "dramadol"? Es una sustancia activa que las mujeres usan para poder hacer drama de diversas situaciones. Desde el chantaje emocional hasta la histeria son de las reacciones que produce y que hacen que algunos caballeros sean víctimas de sus efectos secundarios.

Así que las mujeres no se quedan sin situaciones cómicas porque, créanlo o no, las mujeres sí son chistosas. "Es un tema cultural, se cree que las mujeres estamos hechas para reírnos, mientras los hombres nos hacen reír, y no es así, nosotras sí podemos hacer reír", dice Myriam Ramírez, standupera y miembro del colectivo PMS (sí, las siglas del Síndrome Pre Menstrual).

Ella, junto a sus amigas, Xóchitl Sánchez, Sara N, Andrea Ortega Lee y Leah Nedvedovich se reúnen una vez al mes -como la menstruación- para hablar de las cosas que las féminas viven y hacen reír con ello; todo en el marco del Estrógeno Fest.

En esta pijamada los hombres no están permitidos, porque la congregación de chicas buscan estar en confianza. "Hemos hablado de temas muy fuertes, de todo y necesitamos un espacio para poder estar solas y poder compartir nuestros secretos y hacer hermandad", agrega Ramírez.

Sin promover el chisme ni las habladurías, la reunión es de puerta abierta a cuanta mujer quiera ir a "terapia grupal" y reírse de los traumas.

"Queremos hacer que las mujeres crezcan en la escena de la comedia, un 80% de standuperos son hombres y 20% son mujeres", comenta Sara N. Para estas amigas, lejos de recibir rechazo o discriminación por ser mujeres, el público en general las recibe con escepticismo, el cual desaparece cuando toman el escenario.

Ella ha estado en dos emisiones de Comedy Central Stand Up, programa que reúne a una selección de comediantes mexicanos.

"Yo desde chiquita fui la chistosita de la casa, incluso cuando empecé a hacer stand up me asustaba mucho, porque es muy difícil hacer reír a la gente, pero me fue bien y hasta me corrieron de mi trabajo", cuenta Sara.

Sin mucha publicidad ni grandes anuncios, las noches están dedicadas a hacer reír, porque se trata de vivir de esa profesión.

"Yo soy actriz o desempleada, que es lo mismo, incluso hago clown y la vida me sigue llevando a hacer cosas de comedia", añade Xóchitl Sánchez.

Sin recurrir a personajes "de barrio", como una "Deyanira Rubí" o una "Nacaranda", estas standuperas sacan su vulnerabilidad y su sensibilidad para provocar sonrisas y "catarsis".

Incluso las que acuden a la reunión pueden subir al escenario y contar sus penas. El público escuchará con atención, reirá o se pondrá un poco serio, pero al final la respuesta será la misma: aplausos.

"Lo padre de aquí es que hay chicas que al principio no quieren subir, pero cuando lo hacen disfrutan tanto que quieren volver a hacerlo para la siguiente ocasión", explicó Sánchez, quien con sus amigas ha logrado hacer reír no sólo a mujeres, sino a hombres por igual.