La PGJE trabaja en la búsqueda de pruebas contundentes que puedan incriminar a la joven.
La jovencita de 17 años que confesó el homicidio del taxista, fue puesta en libertad debido a que su declaración no puede ser tomada como una prueba del crimen, según lo estipula la Ley Especializada en Materia de Adolescentes.