
Todo por el rocanrol. El guitarrista Alan Boguslavsky ha dedicado su vida a la música.
Después de "sobrevivir" a una época de ensueño con los Héroes del Silencio, el guitarrista Alan Boguslavsky busca maneras para que siga vivo un espíritu que, dice, "ha estado casi en coma desde hace ya mucho tiempo".
"El Mexicano" tiene casi tres décadas dedicando su vida a la música, apostándole siempre el rocanrol.
"Es una situación complicada la actual, pero siempre va a haber unos cuantos necios que vamos a hacer que esto siga viviendo sea como sea", asegura.
Alejado del mundano bullicio, Alan vive en el campo, en medio de la naturaleza de Valle de Bravo, donde los ladridos de sus mascotas son más claros que la señal del celular.
→ Viviste una gran etapa con los Héroes del Silencio
Una parte importantísima. En ese entonces llevaba ya mucho tiempo trabajando en México y buscaba el sueño de todo músico que es estar con una banda de mucho nivel. Estaba en casa de Kenny, Kenny y los Eléctricos, fui guitarrista con ellos en alguna temporada, y ahí andaba Pedro (Andréu), nos caimos bien y de ahí para adelante es historia.
→ ¿Qué recuerdas de esa etapa?
Cambios muy radicales. Vivía con la guitarra en la cajuela del coche y de repente te subes al tren de una banda de primer nivel. Hay una gran parte de desubicación, de perder el suelo. Cuidado, eso le diría yo a la gente joven, puede ser un arma de doble filo.
Entonces ladran los perros y Alan intenta callarlos. "Disculpa, es que me siguen a todos lados".
→ ¿Tuviste algún problema cuando estabas en los Héroes?
El problema más grande fue conmigo mismo. Cuando terminó la gira de El Espíritu del vino me vi en el espejo y me dije '¿quién eres?'. Ese fue mi mayor problema, el perder el contacto con quien uno es, pero pudimos corregir el rumbo, retomar la esencia y no el personaje que se va a creando.
→ ¿Qué vino después?
Estuve con Enrique (Bunbury), hice su primer disco, Radical Sonora, la siguiente gira, y a la mitad de la preproducción del siguiente disco, Pequeño, tuve que abandonar el proyecto por cuestiones personales y problemas de entendimiento con su oficina de management". Luego me seguí en España, haciendo producciones de bandas locales, ahí en Zaragoza, de DJ, haciendo mis propias producciones. Pero no he dejado de dedicarme a la música, ya van a ser casi 29 años. En ocasiones he intentado dejarlo, pero la musa ha llegado para recordarme que esto es para toda la vida".
→ ¿Cómo es trabajar con Enrique Bunbury?
Es muy interesante. Es una persona que tiene las ideas bastante claras, sabe hacia a dónde quiere ir y cómo quiere que se hagan las cosas. Cuando terminó la última gira con Héroes me dijo 'me gustaría que te quedaras conmigo para lo que es mi carrera en solitario'. En ese disco era de experimentación, buscar nuevos sonidos y eso fue lo que se hizo. Yo lo disfruté muchísimo".
EL ROCANROL... ¿EN PELIGRO DE EXTINCIÓN?
Desde hace varios años, Boguvlaski tiene un proyecto junto a Ramiro Valdés, Edmundo Ortega y Juan Edgardo López, Los Inmortales S. A. Sin embargo, el escenario ya no es el mismo.
→ ¿Cómo va el proyecto de Los Inmortales?
Acabamos de tocar hace unas semanas. No estamos moviéndonos tanto, ya son muchos años con este proyecto y estamos enfocando en cosas que sean realmente útiles para la banda. Uno cree que se trata de tocar, tocar, tocar y no es así. Para chavos que están empezando sí, pero para nosotros puede ser contraproducente tratar de tocar en todos lados, porque la verdad que el rocanrol no está teniendo la convocatoria que tenía hace unos 10 o 15 años".
→ ¿A qué crees que se deba?
Las nuevas generaciones están creciendo a una velocidad mucho más rápida y estamos creciendo en una sociedad en la que hay una gratificación instantánea. Eso también ha depreciado un poco el valor de la música. Una cosa que a mí me parece preocupante es que la gente ya tiene la idea de que la música es gratis. Porque tú tienes una conexión a Internet, en tu Smartphone o en tu casa en una laptop y tienes acceso a toda la música y no tienes que pagar un peso por ella.
"La gente piensa 'si lo puedo tener gratis, ¿por qué lo voy a pagar?' y eso ha generado que la gente le pierda el respeto a la música".
→ ¿Qué hay que hacer?
Es complicado porque aparte el gusto de los chavos ya va completamente por otro lado; mientras menos te involucre, mientras menos te haga pensar, mientras menos te comprometa con lo que dicen las canciones, es mejor. Por mi cuenta, con las rolas nuevas de los Inmortales, es tratar de hacer un poquito de conciencia, no de echar más leña al fuego, porque para quejarse ya hay muchas bandas.
→ Ya casi nadie compra discos en físico...
De hecho el disco es un negocio completamente muerto. Pero para nosotros como músicos es una necesidad y una necesidad poco rentable; requiere un esfuerzo de dinero, tiempo y creatividad hacer un disco para que a la mera hora se quede en las tiendas.
Lo de Bogusvlaski no es una queja amarga; toma las cosas con humor.
"Realmente lo que nos queda a los músicos son las presentaciones en vivo y el 'merchandise' que crece; estoy componiendo canciones para vender camisetas. De haber sabido también le hubiera entrado al diseño y a los textiles".
→ Alan, ¿y sí eres mexicano?
Soy nacionalizado, pero como dijo 'Chavela' Vargas, 'los mexicanos nacemos donde nos dé la ching… gana'. Me tocó nacer en Estados Unidos, pero siempre me crié en México y siempre me he sentido mexicano. Hasta que hace poco ya me pude hacer de la nacionalidad.
→ ¿Qué hay en tus planes?
Tuve la fortuna de conocer a a la banda Zinorbita, que es uno de los mejores tributos que he visto a Héroes del Silencio. Yo era muy reticente a hacer tributos y resulta que me la estoy pasando muy bien y la gente lo agradece, es algo bueno para todos. También estoy empezando a trabajar con Antonio Jamás y ya estamos maquetando cosas para el próximo año, grabar un disquito y hacer una gira.
→ Te has mantenido ocupado…
"Es que no hay de otra, hay que sobrevivir, hay que pagar al alquiler, darle de comer a los perros…"