CRÓNICA GOMEZPALATINA
COLONIA LA POPULAR
El núcleo de población conocido como la Colonia Agrícola La Popular, es uno de los más numerosos del municipio y su origen no fue nada sencillo, ya que para lograr el otorgamiento de tierras a los solicitantes, que radicaban en la ciudad de Gómez Palacio, tuvo que pasar un período de siete años, en los cuales surgieron múltiples contradicciones a diversos niveles de gobierno, al igual que entre los peticionarios y los dueños de las haciendas, quienes consideraban una amenaza para sus intereses el hecho de que para otorgar superficies a la gente del pueblo, se tuvieran que afectar sus propiedades.
Al terminar la Revolución Mexicana, la población de la ciudad se encontraba en pleno crecimiento, siendo en su mayoría gente pobre, con escasas oportunidades de empleo y desarrollo. Si bien la Revolución causó grandes estragos a la planta productiva local, ésta se recuperaba paulatinamente, pero no a la velocidad necesaria para dar ocupación suficiente. Los salarios eran raquíticos y no existían prestaciones laborales. Todas las tierras que rodeaban, y "estrangulaban", a la ciudad tenían dueños, formaban parte de las haciendas, que eran enormes latifundios, muchos de los cuales no fueron tocados por el movimiento armado. Hubo cambios en lo político, pero la estructura económica del porfiriato siguió sin afectaciones. Las tierras cedidas por don Santiago Lavín para edificar la ciudad, llegaban a su límite. Crecer más para satisfacer las necesidades de la población significaba pisar los territorios privados, con todos los riesgos que eso significaba.
Ante las penurias vividas y sintiéndose con el legítimo derecho de contar con tierras para el cultivo, que había sido la bandera esencial del movimiento revolucionario, el 16 de septiembre de 1916, un grupo de habitantes citadinos agrupados como "Junta Popular Agraria" solicitaron la dotación de tierras del único sitio que era posible obtenerlas: Las haciendas que rodeaban la ciudad. La respuesta tardó en llegar y no favoreció a los solicitantes. El presidente Venustiano Carranza contestó negativamente el 21 de mayo de 1919 con el argumento de que Gómez Palacio era una ciudad industrial y que no podía truncar su vocación para reducirla a la actividad agrícola… y a la pobreza. Dicha Resolución fue publicada en el Diario Oficial de la Federación del 14 de junio del mismo año.
Los solicitantes gomezpalatinos no cedieron y continuaron ejerciendo presión, ante la oposición generalizada de lo que llamaban "fuerzas vivas", que eran los dueños del capital y grupos afines a sus intereses. El 8 de febrero de 1921, la Junta Popular Agraria de Gómez Palacio volvió a solicitar para la ciudad más de sesenta lotes en calidad de ejidos, proponiendo afectar las haciendas de Santa Rosa, de la señora María Luján de Terrazas y del Perímetro Lavín, de la Compañía Algodonera Industrial de La Laguna, S.A. Para ello, demandaban la intervención a su favor por parte del general Jesús Agustín Castro, entonces gobernador del estado, por cuya intervención se dotó de manera provisional a los vecinos de Gómez Palacio, el 10 de enero de 1923, de 15 870 hectáreas de las cuales eran 7935 de riego y 7935 de eriazo de esas haciendas.
Finalmente, al inconformarse los organismos empresariales, en su momento ante el presidente Álvaro Obregón, y luego ante el general Plutarco Elías Calles, presidente de la República, éste último emite un Decreto el 2 de abril de 1925, en cuyas resoluciones establece:
Primero. Es de revocarse y se revoca la resolución dictada por ciudadano gobernador del estado de Durango el 10 de enero de 1923. En consecuencia.
Segundo. No es de concederse y no se concede a la Ciudad de Gómez Palacio, Municipalidad del mismo nombre, exPartido de Mapimí, del Estado de Durango la dotación de tierras que solicita.
Ante esto, el 29 de mayo de 1925, los integrantes de la Junta Popular Agraria volvieron a solicitar tierras. En esta ocasión, demandaban 10 mil hectáreas dentro del Perímetro Lavín con el fin de establecer una colonia agrícola. La tensión volvió a surgir y ante el temor de que pudieran realizarse acciones que atentaran contra las haciendas, se ordenó la integración de cuerpos rurales para realizar patrullajes en las propiedades, ante lo cual se inconformaron los miembros de la Junta, recibiendo como respuesta de la Presidencia de la República, que sólo se procedería contra los campesinos que estuvieran armados.
La presión popular empezó a doblegar la cerrazón. Por parte de la Compañía Algodonera de La Laguna, S.A., declararon que sí estaban dispuestos a fraccionar el Perímetro Lavín, si existían garantías para el pago. Ante esto, el gobierno del Estado de Durango, encabezado por el general Enrique R. Nájera, fue autorizado para emitir doscientos millones de pesos en bonos (de deuda) para pagar a los propietarios, siendo amortizables a 25 años, hasta que cada pequeño productor pudiera tener la capacidad para cubrir el valor de las parcelas, lo que no les pareció a los empresarios. Éstos pretendían un pago inmediato de los terrenos a fraccionar, tasados en un valor de cuatro millones de pesos oro nacional. Las negociaciones por parte de los solicitantes estuvieron encabezadas por el diputado, general Juan Pablo Estrada y Alberto Sánchez, y por parte de la Compañía Algodonera por su gerente, el señor Francisco Zarzosa.
La efervescencia siguió creciendo, pues el día 24 de junio de 1925, los miembros de la Junta Popular Agraria empezaron a colocar carteles en las calles, con apoyo de la presidencia municipal, anunciando la creación de una colonia agrícola, con parcelas definidas y el establecimiento de un nuevo poblado. La compañía notificó que estaba preparada para vender el primer fraccionamiento de 1500 has. comprendido entre los ranchos Joló, Nuevo Mundo, Puerto Arturo y otros, con un costo estimado de $37,500 pesos
El 11 de septiembre de 1925, se informó que finalmente se formara una nueva colonia agrícola, otorgando 6 hectáreas de riego por persona, a doscientos pesos cada una, más un peso por hectárea de agostadero, con un plazo de entre diez y doce años para pagar. La Junta Popular Agraria de Gómez Palacio contaba hasta ese momento, con 300 solicitudes de tierras, y la cantidad ofrecida por la compañía aumentó a mil ochocientas hectáreas. La compra y adjudicación de tierras, se realizó en diversos polígonos del rumbo, quedando la "Colonia" como eso, un centro poblacional, con venta de lotes para la edificación de las viviendas. La hacienda de San Antonio de los Lavín, fue la primera en ser fraccionada con fines de compraventa, mediante un contrato que suscribieron los integrantes de la Junta Popular Agraria de Gómez Palacio la Compañía Algodonera de La Laguna, y al entregar las parcelas a los más de 300 solicitantes, se iniciaron las labores agrícolas para el cultivo de maíz, algodón, cereales y árboles frutales.
Finalmente, el 21 de marzo de 1928 se realizó una ceremonia solemne para declarar oficialmente inaugurada la Colonia "La Popular", la cual quedó ubicada en los terrenos de San Antonio. En dicha ceremonia, estuvo presente el alcalde gomezpalatino Alberto Tamayo, quien al terminar el evento, envió un telegrama al presidente de la República, en el que informaba lo siguiente:
"Obsequiando deseos trescientos campesinos componen Colonia Agrícola "La Popular" ocasión inauguración efectuada hoy con intervención suscrito representación Gobernador Estado y Ayuntamiento Local, sírvase aceptar felicitación hacerle mi conducto por significar acontecimiento parte programa trata llevar práctica su Gobierno.- Respetuosamente". Así dio inicio la llamada Colonia Agrícola "La Popular"…
General Juan Pablo Estrada Lozano, precursor de la Revolución Mexicana y primer presidente revolucionario de Gómez Palacio en 1911. Fue el creador de la Junta Popular Agraria.
