
¿Cómo llegar a ser 'alguien'?
Es muy común escuchar que los padres de familia que manifiesten el deseo de que sus hijos sean exitosos en todo lo que hagan y que cuando crezcan ocupen un buen lugar en el ámbito laboral, hacen lo posible por asegurarles un mejor futuro, asociando este, generalmente, a los grados de estudio.
“Queremos que seas una persona de bien, que logres ser alguien en la vida”, le decían a Luis sus padres cuando era un niño. Pero, ¿qué significa ser alguien en la vida? En el plano profesional se asocia a hacer cosas positivas y estudiar una carrera universitaria. Pareciera que la regla general es: mientras más preparado estés, mejores oportunidades tendrás. Esto es, si la visión está puesta en conseguir un trabajo seguro, con el objetivo de vivir lo mejor posible sin tener complicaciones económicas.
Cuando Luis terminó la preparatoria, su familia atravesaba una situación económica difícil, no podían apoyarlo para que continuara sus estudios y su única opción en ese momento fue buscar un trabajo. Comenzó como mesero en un pequeño restaurante, ganaba el salario mínimo más las propinas que se repartía con sus compañeros. Aunque no era mucho, cuando Luis recibió por primera vez su sueldo, se sintió “grande” y pensó que no necesitaba seguir estudiando ya que suponía que podría hacerse cargo de él, incluso ayudar a sus padres.
Él estaba acostumbrado a que sus papás cubrieran todos sus gastos, por lo que adaptarse a la nueva situación le resultó un poco difícil y a veces se sentía desconcertado por no completar para lo indispensable. No tenía idea de lo que costaba vivir, pero le resultaba cómodo pensar que trabajando en ese lugar lograría tener estabilidad.
Con el paso del tiempo descubrió que había necesidades básicas que costaban más de lo que su salario mínimo podía cubrir (comer, vestir, pagar recibos por los servicios principales). Descubrió también que la opción de comprar algunas cosas de su preferencia a través de pagos mensuales y, sin darse cuenta, fue comprometiendo no únicamente el sueldo que aún no ganaba, sino también su tiempo y tranquilidad, porque tenía la responsabilidad de pagar lo que había adquirido. Mientras más trabajaba, menor era su calidad de vida, el tiempo libre que tenía lo aprovechaba para descansar, cada vez veía menos a su familia y constantemente se sentía de mal humor.
Sin darse cuenta pasaron tres años y su situación laboral seguía igual, pero aparentemente se había acostumbrado a ese estilo de vida consistente en trabajar para repartir lo que ganaba. Una parte de él se resistía a vivir de ese modo; empezó a tener dolores de cabeza recurrentes, en algunas ocasiones tuvo que ser atendido por un médico quien le diagnosticó migraña causada por el estrés que sentía al pensar que había decepcionado las expectativas de sus padres sobre su futuro. Comenzó a cuestionarse si así sería el resto de su existencia y le aterraba la idea de que así fuera, se inquietaba y se dio cuenta que sus dolores de cabeza eran más intensos cuando se acercaba la hora de irse al trabajo.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA PREPARACIÓN ACADÉMICA?
Luis recordaba lo que sus padres le decían cuando era niño y se daba cuenta que si seguía igual, su situación no cambiaría.
Empezó a observar a su alrededor, siempre le había llamado la atención el coche que tenía su jefe en el restaurante, quien además era el administrador. Aspiraba a comprarse uno igual algún día y ser como él, se preguntaba qué necesitaba para conseguirlo, el trabajo que él realizaba requería mayor esfuerzo físico y tiempo, comprendió entonces que lo que hacía la diferencia entre su jefe y él, además de los conocimientos en administración, era el título profesional ya que por tenerlo recibía un mejor sueldo, en ese momento decidió concluir sus estudios y elegir una carrera universitaria.
Para la elección de carrera profesional es importante tener en cuenta no sólo los gustos sino las habilidades que se tienen para poder desempeñarla, así como preguntarse si hay o no pasión por realizarla, porque eso hará la diferencia entre sentirse obligado y sentirse motivado.
LOS OBJETIVOS NO SON NADA SIN ACCIÓN
Para poder pagar sus estudios, Luis tuvo que aprender a administrarse, se esforzó por disminuir sus gastos, liquidando poco a poco los compromisos económicos que había adquirido y rechazando cualquier ofrecimiento que comprometiera su sueldo y su tiempo. Encontró una universidad dentro de su presupuesto, estudiaba el turno nocturno y a partir del segundo semestre estuvo becado por las calificaciones que obtenía. Se sentía motivado porque día a día daba pequeños pasos hacia una mejor oportunidad de vida.
Los dolores de cabeza desaparecieron porque ahora no veía su trabajo como una obligación, sino como un medio para alcanzar su nueva meta, se sentía agradecido por eso y lo realizaba con alegría, situación que empezó a llamar la atención de su jefe, quien reconoció sus ganas de salir adelante.
Cuando Luis concluyó finalmente sus estudios y recibió su título profesional, experimentó una alegría indescriptible por haberlo logrado, se sentía seguro de sí mismo y sus papás compartían su felicidad, al fin tendría una mejor oportunidad de trabajo. Tenía claro que no se conformaría nuevamente, su nuevo sueldo le permitió destinar un porcentaje al ahorro, porque su visión estaba puesta abrir en algún momento su propio negocio. Sus acciones diarias estaban enfocadas en su nueva meta. Dejar la zona cómoda le había dado buenos resultados y estaba decidido a arriesgarse nuevamente.
NUNCA ES TARDE PARA EMPEZAR
El éxito se asocia al bienestar, acumular experiencias positivas y aprender de las situaciones negativas para no repetirlas, todos podemos tener el coraje de arriesgarnos para salir adelante y no dejarnos seducir por la comodidad.
Aunque pareciera que la línea de vida de muchas personas está destinada a ser de determinada manera, debemos estar conscientes de que cada día cuando despertamos, tenemos la oportunidad de dejar a un lado los pensamientos limitantes y podemos elegir mantener la mente, el corazón y la acción en buscar lo que nos haga crecer.
Twitter: @Marimar_Centeno