Plagio hace 10 meses. En la imagen aparece una de las niñas secuestradas que logró escapar el cautiverio. (AP)
Cuando extremistas islámicos secuestraron a más de 270 niñas de una escuela pupila de Chibok, en Nigeria, durante la noche, hubo protestas en todo el mundo. El propio Estados Unidos se comprometió a ayudar a rescatarlas y nació el hashtag #BringBackOurGirls (devuélvannos a nuestras niñas).
Diez meses después, la mayoría siguen desaparecidas y los extremistas de Boko Haram, que consideran esa operación un símbolo de su éxito, han secuestrado a otros cientos de niñas, varones y mujeres adultas. Ante sus nuevos cautivos se ufanan de que las chicas de Chibok se han convertido al Islam y se han casado con combatientes.
"Me dijeron que las chicas de Chibok tienen una nueva vida en la que aprenden a combatir", comentó Abigail John, de 15 años y quien fue retenida por Boko Haram más de cuatro semanas hasta que logró escaparse. "Decían que debíamos ser como ellos y aceptar el Islam".
Los secuestros reflejan las crecientes ambiciones y la osadía de Boko Haram, que quiere crear un estado islámico en Nigeria, el país más poblado de Africa. Unas 10,000 personas han muerto como consecuencia de la rebelión de extremistas islámicos en el último año, comparado con las 2,000 de los cuatro años previos, según el Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos.
"Es algo devastador", expresó Bukky Shonibare, activista de Abuja, aludiendo a los secuestros. "Vale preguntarse qué se está haciendo".
John fue una de tres muchachas entrevistadas que hace poco se escaparon de Boko Haram. Si bien sus relatos no pudieron ser comprobados en forma independiente, son muy similares y revelan una obsesión de los secuestradores con las niñas de Chibok.
Las muchachas no saben si sus secuestradores decían la verdad o inventaban historias para provocar a sus otras víctimas.
John cuenta que los combatientes disfrutaban relatando cómo habían conseguido que las niñas se sometiesen a ellos a fuerza de golpizas.