Maltrato. Refugiados sirios recibieron maltrato en Hungría.
La organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) pidió ayer a la Unión Europea (UE) que lance una "advertencia formal" a Hungría sobre las supuestas violaciones de la legislación internacional en las que incurren sus medidas contra los refugiados.
AI sostiene que los "draconianos" controles en la frontera húngara menoscaban los derechos humanos de las personas que huyen de los conflictos en Oriente Medio y reclama que se establezcan rutas legales y seguras antes de que el invierno agrave la crisis humanitaria.
"El Gobierno húngaro ha invertido más de 100 millones de euros en cercas de alambre de espino para mantener fuera a los refugiados, el triple de lo que gasta cada año en recibir a personas que necesitan asilo", indicó la organización.
Para John Dalhuisen, director de Amnistía Internacional en Europa y Asia Central, Budapest ha mostrado "un flagrante desprecio hacia sus obligaciones con los derechos humanos y hacia la evidente necesidad de trabajar con otros países e la UE y los Balcanes para encontrar una solución colectiva y humana a la crisis".
La combinación de vallas de alambre y la "criminalización" de aquellos que intentan entrar en el país, así como el modo "apresurado" con en el que devuelven a los inmigrantes a los países de tránsito en los Balcanes, "se ha diseñado para aislar a Hungría de una crisis global y europea", sostuvo Dalhuisen.