Eternamente Coda

No fue al veinte para las doce, sino hasta una hora después cuando aparecieron los cinco músicos sobre el escenario. Desde ese momento los gritos y el buen rocanrol no pararon.

Otro tono al gris abrió el camino. Le siguieron Atrévete y Atado a tu piel.

Luego vino la calma; los teclados de David anunciaron Sin ti no sé continuar, que emocionó a los presentes.

Llegaron temas como Preso de la inquietud, Viviendo de noche y Veinte para las doce. El público no dejaba de cantar, mientras Xaba mostraba su dominio del escenario.

Toño, en la guitarra, se daba uno que otro lujo con solos bien ejecutados; Chucho y Allan hacían lo propio en la batería y bajo, respectivamente.

Coda le dio un repaso a sus canciones más conocidas de su carrera y también tocó uno que otro tema de los últimos discos.

Nada en común le brindó una atmósfera especial a la noche. Y conforme avanzaba el reloj, la temperatura también iba en aumento.

Aún fue otro momento emotivo. Cientos de voces se unieron a la de Xaba para entonar el tema que inmortalizó a la banda. Los ojos del vocal reflejaban la satisfacción de todos.

Sonó Eternamente y el final se asomaba.

Tras una breve pausa, Tócame el alma hizo estallar de nuevo el lugar. El último tema fue Vivo o muerto, para dejar más que satisfechos a los asistentes.

"Es el sueño que todas las bandas tenemos desde que empezamos", dijo un agradecido Toño, sabedor que habían entregado una descarga de adrenalina a los cientos de seguidores.

'Una cosa de locos'

¿Cómo seguir vigentes después de tantos años? Fue la pregunta directa a Toño Ruiz, guitarrista de Coda.

Emocionado, pero ecuánime, responde que así es el rocanrol. "El día que nació Coda, todo el mundo nos dijo: 'se van a morir de hambre porque esto ya no está de moda?'", cuenta. Eso no los detuvo antes ni lo hará ahora.

"Tocar en una banda de rock en este país es tan peligroso como pescar cangrejos en Alaska. ¡Está cañón! Tienes todo en contra. Cada concierto, cada presentación, cada autógrafo que se firma es un logro, es un paso adelante, y se disfruta y se aprecia".

Toño admite que no ha sido fácil, pero ahora disfrutan más de lo que hacen. El tiempo es relativo, pero no pasa en vano. Tras 15 años de ausencia, el grupo decidió volver: "Hablamos, decidimos dejar las estupideces de adolescentes, bueno ya no éramos adolescentes, pero sí teníamos unos veintitantos cuando nos mandamos a volar. Ahorita ya a nuestros 40 seguimos igual de idiotas, pero al menos aprendimos a no darle importancia a lo que no lo merece. Y a trabajar y nos gustan las rolas que hicimos, las rolas que hacemos".

Su gira de reunión en 2012 les renovó bríos y ahora quieren más. "Estamos en la producción de un nuevo disco, lo estoy produciendo yo. Tiene que quedar este año, quizá en 2 ó 3 meses. Va a estar yo creo en descarga, no sabemos si lo vamos a sacar en físico porque los tiempos han cambiado, pero seguro en iTunes y las tiendas de descarga. Sobre todo, rolando en la red, que es nuestra promoción ahora".

Para terminar, Ruiz valora el presente: "Tocar en una banda de rock en México es una cosa de locos. Se tiene que rentabilizar y capitalizar cada logro que se dé, por chiquito que parezca, es un logro y hay que apreciarlo, abrazarlo y agarrarse de ahí, y ayudar a que de ahí sea un siguiente paso".