Asociada a todo un estilo de vida, donde el glamour, el lujo y la sofisticación son las constantes, la historia de Dom Pérignon también está vinculada con grandes celebridades y ocasiones especiales.
Hablar de Dom Pérignon es hablar de prestigio, de clase. Todo gran nombre tiene tras de sí una gran historia y Dom Pérignon no es la excepción. Sin duda es una de las marcas de champagne de mayor reconocimiento, tradición y consumo en el mundo. Pero tras el origen de su legendario y famoso nombre, se encierra una antigua leyenda y la historia real de un singular personaje cuya visión, tenacidad y pasión transformaron definitivamente los métodos de producción vitivinícola.
El origen
Según una leyenda de mediados del Siglo VII, una paloma condujo a San Nivard hasta uno de los bosques de la región de Champagne. El monje, reconociendo en este hecho la revelación de la voluntad divina, fundó en ese preciso lugar la Abadía de Hautvillers.
Hacia 1668, Dom Pérignon se hizo cargo de las bodegas de la Abadía de Hautvillers. Durante 47 años su empeño y dedicación se avocaron a hacer realidad su mayor ambición: crear "el mejor vino del mundo". A lo largo de ese tiempo, observando minuciosamente y experimentando constantemente, fue innovando, perfeccionando y refinando las rústicas técnicas hasta entonces conocidas.
Por supuesto, nadie imaginó que un monje fuera capaz de revolucionar definitivamente el proceso de producción del vino, trascendiendo los siglos y las fronteras. Gracias a él se concibieron las bases del método 'champenois': el ensamblaje de uvas de diferentes viñedos y variedades; una prensa individual y progresiva para obtener un mosto perfectamente puro y claro; el añejamiento en cava con el vino contenido en botellas y corchos herméticamente sellados para controlar la fermentación de la levadura que crea vinos espumosos.
Iniciada su producción, rápidamente el vino de Hautvillers (llamado así por ser elaborado en la abadía, pues en aquella época era usual que los vinos tomaran el nombre de donde se originaban) ganó fama por su distintiva calidad superior. Pronto el nombre de su creador estuvo en boca de los consumidores y entonces fue conocido como el vino del Père Pérignon, que pronto se hizo célebre en la mesa de Luis XIV y su fastuosa corte.
La fama
1694 fue un año memorable para vino del Père Pérignon (que más tarde sería Dom Pérignon) pues alcanzó un precio récord de 950 libras por une 'queue' (360-400 litros), aproximadamente cinco veces más que el mejor de los vinos tintos. Además de ser el precio más alto alcanzado desde la fundación de la abadía e incluso desde que Dom Pérignon inició sus labores vitícolas en la misma, fue el vino más costoso del reino de Francia.
Asociada a todo un estilo de vida, donde el glamour, el lujo y la sofisticación son las constantes, la historia de Dom Pérignon también está vinculada con grandes celebridades y ocasiones especiales. Tal es el caso de la cena ofrecida en 1961, en la Embajada Americana de París, para Charles de Gaulle y John F. Kennedy, con motivo de la visita oficial del presidente norteamericano y donde se sirvió Dom Pérignon Vintage 1949.
En las grandes ocasiones
Diez años más tarde, para celebrar el 2500 aniversario de la fundación del Imperio Persa, por primera vez un muy selecto grupo de personalidades disfrutó de la excepcional cosecha Dom Pérignon Rosé Vintage 1959; dada su escasez y calidad, no estuvo disponible en el mercado a excepción de la legendaria subasta celebrada en Nueva York en 2008, ahí se vendieron dos botellas en $84,700 dls.
Para la boda de Lady Diana y el príncipe Carlos de Inglaterra, el 29 de julio de 1981, se eligieron mágnums de Dom Pérignon Vintage 1961, mismas que llevaban una insignia creada especialmente.
Pollo Dom Pérignon
Christian Dior no fue sólo uno de los más aclamados diseñadores de su época, sino que era un consumado y creativo cocinero gourmet, muchas de cuyas recetas mismas que han sido publicadas-, incluían entre sus ingredientes el champagne Dom Pérignon, de entre ellas, aquí el Pollo Dom Pérignon.
La receta
Ingredientes para seis porciones:
- 1 pollo (1.5 kg)
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 cucharadas de harina
- 1 vaso de licor Marc de champagne
- 1 cucharadita de puré de tomate
- 1 botella de Dom Pérignon
- 1/4 litro de créme fraiche
- Ralladura de trufa
- Sal, pimienta
Preparación
1) Corta el pollo crudo. Aparta una pizca de mantequilla y coloca el resto en una cacerola. Freír las piezas a baja temperatura por 15 minutos. Remueve el exceso de mantequilla.
2) Cubre las piezas con harina, dóralas y rocíales el vaso de Marc de champagne para flamear. Agrega sal y pimienta y vierte tres cuartos de la botella Dom Pérignon, poco a poco, sobre las piezas mientras las volteas, añade el puré y la crema.
3) El líquido debe de cubrir tres piezas de pollo. ¡Bebe el resto de la botella!
