Imagen tomada y compartida por el mismo 'Potrillo' en redes sociales. (TWITTER)
Alegre y distendido, el cantante mexicano Alejandro Fernández se paró antenoche frente a 20 mil personas para ofrecer su concierto "Confidencias World Tour" en el Estadio Nacional, de esta ciudad, y atrapó a un jubiloso auditorio con un mensaje de libertad para las nuevas generaciones y con una exaltación por el respeto en el trato a las mujeres, como heroínas de la vida y del amor.
"El Potrillo" recorrió un variado menú musical-desde el jazz a la música ranchera, pasando por el bolero romántico y tradicional-y puso a bailar y a brincar de emoción a una exaltada audiencia que durante casi dos horas le aplaudió, le coreó y le tributó un baño de multitudes repleto de calificativos de alabanza... algunos pasados de tono pero también con respeto y algarabía.
En esta su nueva escala en territorio costarricense, volvió a catalogar de "maravilloso" su sentimiento sobre sus estadías en Costa Rica. "Siempre que he venido me he llevado un recuerdo maravilloso", contó a la incansable muchedumbre, y confió en que esa presentación le reconfirmaría esas imágenes ya añejas sobre esta nación.
Y en otro tramo de su "Confidencias", después se detuvo unos instantes para hablar de la libertad.
"Costa Rica y el mundo entero necesitan de su gente, de su fuerza, de dejarle a las nuevas generaciones libertad", proclamó, y de seguido elogió a las que describió como "el pilar familiar que son y seguirán siendo esas heroínas que nos dieron la vida: las mujeres".
En el monumental escenario de 20 metros de ancho, 15 de largo y 18 de alto y con 40 toneladas de equipos en el que se instaló en este pequeño país centroamericano que es apasionado de la música mexicana en sus múltiples expresiones y de las más variadas muestras culturales de México, el artista tendió puentes con su tierra.
"Hablar de tradiciones mexicanas es hablar de tequila, mujeres hermosas y mariachi", subrayó, mientras segundos después volvía a pedir respeto para esas heroínas de siempre por parte de los hombres.
En otro momento de sus "Confidencias", pareció honrar a su padre, Vicente, con algunas de sus piezas famosas, en un exhaustivo repaso por los más variados géneros musicales que agitó al público-en especial al femenino-y puso a cantar a unos y a otras.
La noche costarricense de "El Potrillo" fue así, alegre y distendida, con un hombre que fue complaciente sobre la tribuna, que relató su pasión en el amor y que hasta sugirió "desnudarnos", en un lenguaje con el que le apostó a una trampa y con el que se permitió proponer un desnudo... pero musical.
Y así fueron sus "Confidencias" de antenoche que atraparon a Costa Rica: románticas y serenas, a veces con su ración de sorpresa y a ratos con su dosis de añoranza.
