El Museo Canadiense para los Derechos Humanos fue inaugurado ayer en medio de las protestas de grupos de indígenas por la muerte de mujeres de esas comunidades y en demanda de respeto a la propiedad de sus tierras, sin embargo no fueron escuchados.
Mientras el gobernador general de Canadá, David Johnston, inauguraba el inmueble frente al recinto grupos indígenas realizaban protestas por las cerca de mil 200 mujeres indígenas canadienses que han sido asesinadas o desaparecidas en las últimas tres décadas.
Los manifestantes denunciaron además los maltratos y violaciones de que fueron víctimas miles de niños indígenas en internados administrados por el gobierno federal y por una denominación religiosa protestante.