
Comparte. En este día del albañil, Tomás Aldaba platica algo de lo que han sido 34 años de trabajo.
"Maistro, ahí lo buscan", dice uno de los trabajadores a Tomás Aldaba Güitime, de 52 años, quien se disponía a comer unos tacos de frijoles con una coca.
Teniendo como asiento un block y otros tantos más como respaldo, hace una pausa para platicar sobre su oficio: La albañilería.
"Empecé en esto a los 18 años porque no había de otra, la crisis era dura allá donde nosotros vivíamos en Emilio Carranza, municipio de Nazas, Durango, pero hace 15 años me vine a Torreón porque acá había más trabajo", comparte.
El oficio lo aprendió de sus hermanos, quienes se dedican a la obra. "Somos seis y todos nos dedicamos a la construcción, algunos son contratistas, otros yeseros o albañiles, yo aprendí viéndolos a ellos. Agarra uno la experiencia y poniéndote a hacer lo que se te hace difícil, aprendes".
Dentro del oficio, lo prioritario es la seguridad, dice "y más a mi edad porque como decimos -aquí ya no hay soldadura para estos huesos".
En sus 34 años de experiencia esta prioridad le ha ayudado a prevenir accidentes, pues orgulloso comparte que no ha sufrido ninguno de gravedad, quienes no la han hecho, dice han padecido las consecuencias.
"Un señor en Ferropuerto se vino abajo como 10 metros por correr a poner una lámina, en realidad fueron dos, uno cayó y el otro se quedó colgando. El que cayó se salvó de milagro, quedó con una mano y un pie mal, pero vivió. Otro trabajador, ahí mismo, pero en otro incidente, también cayó desde lo alto él sí no la logró". Aunque comenta que le gusta lo que hace, dice que en ocasiones el trabajo es injusto, ya que no siempre se tiene seguridad social, ni otras prestaciones, y lo que perciben no es suficiente ante el encarecimiento de precios. Además de que en los últimos años la situación se ha tornado difícil para los albañiles. "Desde 2011 se puso difícil, yo duré un año y medio sin conseguir trabajo, porque el poquito que había, los contratistas traían a toda su familia, era difícil entrar, me la pasé mal, trabajaba un día o dos, nada más que hubo una salida a Monterrey y ahí me fui, duré como 6 meses allá". En este año, dice que no ve un repunte en las obras, sin embargo, continuará en este oficio "por herencia y porque me gusta lo que hago".
Hombres, la mayoría
Coahuila es la sexta entidad del país con mayor número de albañiles, según el INEGI. De acuerdo con los resultados del cuarto trimestre de la Encuesta Nacional de Empleo Urbano 2013 (ENOE) 2013, en México la población de 14 años y más ocupada en actividades relacionadas con la albañilería, asciende a poco más de 2.4 millones de personas, de las cuales la mayoría son hombres (99.6%), ya que tradicionalmente es una actividad desempeñada por ellos; las mujeres representan sólo 0.4. Los albañiles se distribuyen por toda la geografía nacional concentrándose principalmente en 11 entidades federativas (México, Veracruz, Jalisco, Guanajuato, Puebla, Coahuila de Zaragoza, Nuevo León, Michoacán de Ocampo, Oaxaca, Distrito Federal y Chihuahua), donde reside 61.3% de este subconjunto de la población mexicana. La edad promedio de los trabajadores en actividades de albañilería es de 37 años.