
Lucha. Desde hace una década, el sacerdote Pedro Mendoza Pantoja no sólo oficia misas en su rutina diaria, también se enfrenta con Satanás hasta 10 veces al mes.
Que se cuiden los demonios porque van tras ellos sacerdotes y laicos que concluyeron ayer su formación en el X Congreso de Exorcistas y Auxiliares de Sanación y Liberación.
En una semana, en la casa Xitla de la Ciudad de México, ubicada en el número 37 de la calle Convento, en el barrio de Santa Úrsula, Tlalpan, más de 100 personas asistieron a las actividades de formación organizadas por el presbítero Pedro Eusebio Mendoza Pantoja, coordinador general de los exorcistas, de la Arquidiócesis Primada de México.
Su tarea será salvar las almas de la posesión diabólica, pues por cuatro días recibieron formación y conocimientos en temas "bíblicos, doctrinales, teológicos, normativos, litúrgicos y experenciales para un correcto ejercicio de la sanación y la liberación".
La convocatoria de este encuentro tuvo alcance internacional y en él participaron expertos como el sacerdote Paolo Carlin, quien expuso los temas "El Diablo, realidad o superstición", "El Maligno, fuente de todo mal, "El Magisterio de la Iglesia y el ritual del exorcismo" y "Las medicinas alternativas y la acción diabólica".
También intervino el religioso François Marie Dermine, quien abordó la fenomenología de la presencia diabólica y su discernimiento, así como los riesgos y errores relativos al exorcismo.
Del país participaron conocidos sacerdotes como Carlos Triana, asesor de la Renovación Carismática Católica, en la Arquidiócesis de México, y autor de 10 libros sobre temas de exorcismo.
En conferencias y pláticas que se llevaron a cabo durante estos cuatro días, los sacerdotes compartieron sus conocimientos de "sanación de las almas acechadas o poseídas", encabezados por Mendoza Pantoja.
A sus casi 80 años, el sacerdote es un hombre robusto y redondo, que emprendió la batalla contra el "Maligno" hace 30 años. Es el experto en temas de exorcismo, y desde hace una década forma sacerdotes y laicos en esta causa que ha logrado el respaldo de la jerarquía católica, incluido el cardenal Norberto Rivera, arzobispo primado de México.
Al frente de la coordinación de exorcistas en la parroquia de Asunción de María, en Coyoacán, el padre Mendoza Pantoja ofrece allí consultas todos los jueves y domingos a las personas que sospechan que fueron objeto de brujería o posesión. También ofrece asesorías por internet y hasta tiene disponible un chat para ofrecer ayuda.
"Es un tema muy confuso, que se cruza con enfermedades mentales, con la mala relación que existe entre las parejas, con el divorcio y la mala actitud para educar a los hijos de una forma integral", explica.
De allí la necesidad de llevar a cabo este tipo de reuniones que aclaran las dudas de los sacerdotes sobre "Satanás y sus terrenos", dice.
Lo importante es que "los sacerdotes puedan atender a aquellos que necesitan fe y consuelo, que les muestren que el camino no es el chamanismo, pues la gente que consulta a brujos, adivinos y curanderos, que suele invocar a los muertos, lo único que hace es abrir las puertas del mal".
Este tema es tan delicado, advierte, que exige prudencia, pues hay que "distinguir entre una enfermedad y la influencia extraordinaria del demonio".
Del diablo, nadie está a salvo. Por eso, mejor estar prevenidos, dice Pablo Hernández, sacerdote de 36 años, que oficia en la Ciudad de México.
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