Doctor en Casa

Una moda peligrosa

Infecciones, dolor, sangrados, alteración de los sentidos y la hepatitis C, son algunos de los riesgos que corres al hacerte un piercing

Una moda peligrosa

Una moda peligrosa

Por Fabiola Pérez-Canedo

Entre los jóvenes, cada vez es más común la colocación de los llamados “piercings”. Se trata de piezas metálicas con que se adornan principalmente las orejas, las cejas, el ombligo, la nariz y la lengua, aunque se pueden colocar en casi cualquier parte del cuerpo.

Pero no es tan sencillo como parece y en México esta práctica no se realiza en ningún centro médico especializado, por lo que al hacerse una perforación hay que tomar en cuenta aspectos como la higiene para evitar las infecciones que pudieran derivarse de ello.

El doctor Ricardo Gómez Pérez, dermatólogo, señaló que esta moda puede generar algunas complicaciones para la salud como lo son infecciones, dolor, sangrados, alteración de los sentidos, incluso la posibilidad de contraer hepatitis C si no hay la suficiente higiene en el procedimiento.

El médico explicó que lo más común es que se produzca una cicatriz queloide, lo que brinda muy mal aspecto y prácticamente es el doble de gruesa que una normal.

También puede haber reacción alérgica en la zona de contacto del objeto, lo que implica que el piercing sea retirado inmediatamente.

Indicó que otro riesgo es la perforación de un nervio o de un vaso sanguíneo.

Gómez explicó que uno de los lugares más delicados es el cartílago de la oreja, pero en cualquier zona es necesario mantener una higiene muy específica para evitar un posible daño.

Señaló que en ocasiones es necesario recurrir a tratamiento antibiótico y a la retirada del piercing, para lograr la curación.

El médico insistió en que, aún cuando en México no existen centros especializados para la colocación de los piercings, los interesados no deben dejar que cualquier persona les haga la perforación deseada, pues ello puede ser muy perjudicial para su salud.

Dijo que lo más recomendable es no entrar en esta moda, pero indicó que, de persistir en ello, las personas deben ir con gente que esté capacitada para utilizar estos instrumentos, que tomen todas las medidas higiénicas necesarias y que cuenten con el material apropiado.

No todas las personas pueden hacerse un piercing. En quienes presentan problemas inmunológicos, diabetes, hemofilia, epilépticos, con anomalías cardíacas congénitas, con tendencia alérgica o a desarrollar cicatrices queloides definitivamente no es recomendable ninguna perforación.

Más complicaciones que se pueden adquirir son el tétanos, infecciones bacterianas, rechazo corporal al piercing, hemorragia prolongada, alergias cutáneas a los materiales utilizados, abscesos o quistes bajo la piel en el lugar del piercing, orificios permanentes en la nariz o el párpado.

Con el piercing de lengua específicamente, hay posibilidad de dientes erosionados o rotos, dificultad para masticar, deterioro del habla, lesiones de nervios y arterias, pérdida de sensibilidad en la zona.

Ricardo Gómez comentó que únicamente los aretes que se ponen a las niñas pequeñas son avalados por los hospitales, donde se realizan con el 100 por ciento de las normas de higiene.

A revisión

Una aplicación que se haga de forma adecuada debe sanar en unas semanas a unos meses, según la zona elegida, y una vez que cicatrice, no deberá presentar problemas, sin embargo, si hay sangrado repentino, inflamación, comienza a brotar pus o hay cualquier otro síntoma, es necesario acudir al especialista, pues hay una complicación.

De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 5 de cada 10 jóvenes que se realizan perforaciones en alguna parte del cuerpo presentan alguna una infección por bacterias en el área dañada.

Se estima que un 30 por ciento presentan pus y dolor en la zona afectada, e incluso pueden tener también fiebre, pero los síntomas aparecen después del quinto día, indica el IMSS.

Quienes llevan piercings no pueden donar sangre durante varios meses, que varía según las normas del hospital a donde se acuda como voluntario, pues se tiene el riesgo de que el líquido esté contaminado.

El profesional debe ser una persona capacitada en la técnica y con los conocimientos necesarios del proceso de curación; el local debe ser luminoso, higiénico y utilizar material esterilizable. Es importante que el perforador use guantes, agujas desechables y que cuente con el equipamiento necesario para esterilizar el instrumental. El local no debe utilizar pistolas perforadoras porque no pueden ser esterilizadas.

Los piercings pueden ser de acero quirúrgico, de oro, niobio o titanio. El acero quirúrgico contiene níquel que es causante de alergias de contacto.

¿Y después?

Una vez colocado el piercing, es necesario seguir una serie de cuidados especiales para evitar complicaciones futuras. Las infecciones causadas por bacterias que penetran en el sitio perforado, pueden aparecer incluso luego de que haya cicatrizado la zona.

Es importante estar alerta a los signos de infección como enrojecimiento, hinchazón, supuración, olor desagradable, sarpullido en el área perforada o alrededor de la zona y fiebre. Si se presentan estos síntomas hay que consultar con urgencia al médico.

Entre los cuidados, se debe evitar el jugueteo o manoseo de la pieza; lavarse las manos con agua y jabón antes de tocar o limpiar la zona perforada; lavar con un jabón antiséptico, preferentemente líquido y remover la piel costrosa del área con agua tibia.

Secar la zona con una toalla de papel (evitar las de tela); evitar las albercas hasta que haya cicatrizado el área perforada; en caso de piercing orales, es necesaria la utilización de un enjuague bucal luego de cada comida, lavarse los dientes y evitar tomar alcohol, fumar y mascar chicle.

Si se colocan piercings en el ombligo, evitar usar ropa muy ajustada hasta que cicatrice la zona; enjuagar el área perforada luego de realizar ejercicios para que no haya sudor.

Conciencia

El especialista consideró que los interesados en colocarse un piercing necesitan informarse sobre las consecuencias que ello puede generarles en su salud, antes de simplemente decidirse por dañar su cuerpo.

“Tienen que conocer las ventajas y las desventajas, es una práctica que parece sencilla pero que en realidad les puede generar problemas muy serios en su salud, entonces hay que estar muy conscientes de lo que van a hacer”, explicó Ricardo Gómez.

Las consecuencias

Algunos riesgos que se corren de acuerdo al lugar donde se realiza la perforación:

-En la lengua se puede perder la percepción de los sabores.

-En los labios se pierde la sensibilidad y se deforman.

-La nariz tiene cartílagos muy sensibles que pueden ser deformados.

-La ceja puede perder movimiento.

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